Consideran una catástrofe, firma del proyecto legislativo HB 40
Culpan a legisladores por priorizar el fracking
Consideran una catástrofe, firma del proyecto legislativo HB 40
Laredo, Tx.Activistas locales consideraron como una catástrofe la firma del proyecto legislativo HB 40 por parte del gobernador Greg Abbott, quien con esto ya lo convirtió en ley para impedir a los municipios regular la actividad de fracking dentro de su territorio.“Los legisladores estatales votaron a favor de esta iniciativa porque protegen los intereses de las grandes compañías petroleras quienes tienen el control del Congreso de Texas”, afirmó el laredense Miguel Berry.La tarde del lunes, Abbott estampó su firma en el proyecto de ley propuesto por el diputado Shannon Ratliff, ex abogado consultor de la poderosa compañía petrolera Exxon Mobil.“Para los legisladores texanos primero están los intereses económicos de estas poderosas empresas que la salud de la gente y del medio ambiente”, agregó.En su opinión, una vez agotados los recursos legales en el Congreso de Texas para impedir que se aprobara esta ley, la única alternativa posible es una movilización ciudadana para protestar para pedir echar abajo esta ley.Eric Castillo consideró que claramente los miembros del Congreso de Texas defendieron los intereses de las compañías petroleras y quedó de manifiesto que esta legislación fue preparada para proteger a esa industria.Tricia Cortez, directora ejecutiva del Centro Internacional de Estudios del Río Grande, refirió que la medida es de proporciones catastróficas y traerá severas consecuencias sobre las generaciones futuras de todo Texas.Destacó que esta ley fue una respuesta a la ordenanza adoptada por el gobierno de Denton, Texas, en noviembre del 2014, al decidir la prohibición del fracking dentro del territorio municipal, como una forma de proteger la salud de la comunidad y del medio ambiente.“Quedó demostrado que en Austin puede más el dinero que el bienestar de la comunidad y por eso se aprobó y se firmó esta ley”, indicó.Activistas ambientales temen que esta nueva legislación ocasione una invasión de compañías dedicadas a extraer gas y petróleo.