Washington, EU.- Son dos pequeños estados caribeños que le han complicado la vida a los presidentes estadounidenses desde hace décadas. Ahora, Cuba y Haití plantean un nuevo reto a Joe Biden, que puede tener consecuencias políticas importantes en un estado clave en las elecciones estadounidense, la Florida.
Numerosos manifestantes se han volcado a las calles de Cuba en los últimos días para criticar al gobierno comunista y protestar por la escasez de alimentos y los altos precios en medio de la pandemia del coronavirus. En Haití, las autoridades piden a Estados Unidos que interceda en la crisis política desatada por el asesinato del presidente Jovanel Moïse la semana pasada, en una nación en la que las intervenciones militares y humanitarias de Estados Unidos han sido problemáticas.
Biden enfrenta crecientes presiones de legisladores republicanos para que apoye a los manifestantes cubanos. Por ahora, sus asesores se han manejado con mucha cautela en torno a Haití.
El gobierno está bajo el fuego cruzado de republicanos y demócratas por su respuesta a ambas crisis, que suceden a menos de dos horas de avión de Miami. Su manejo de la situación puede incidir en las elecciones de la Florida, un estado vital que Biden perdió ante Donald Trump el año pasado.
GANAN TERRENO
Los republicanos ganaron terreno cortejando el voto cubano y de otras comunidades de inmigrantes, según Susan MacManus, analista política y profesora emérita de la Universidad del Sur de la Florida (University of South Florida).
“La cautela que muestra Biden refleja su pobre desempeño en (la Florida) en el 2020 y su deseo de no repetirlo”, afirmó MacManus, agregando que los haitianos tienen cada vez más peso en la política del sur de la Florida. “Los demócratas aprendieron en el 2020 que el país de origen es un factor mucho más fuerte que la afiliación política en la Florida, y la insistencia de Trump en hablar del socialismo resultó muy efectiva”.
Fuego cruzado
El gobierno está bajo el fuego cruzado de republicanos y demócratas por su respuesta a ambas crisis, que suceden a menos de dos horas de avión de Miami. Su manejo de la situación puede incidir en las elecciones de la Florida, un estado vital que Biden perdió ante Donald Trump el año pasado.