Un estudio data la primera serpiente de 167 millones de años de antigüedad, cuando contaban con cuatro extremidades
Cuando las serpientes tenían patas
Un estudio data la primera serpiente de 167 millones de años de antigüedad, cuando contaban con cuatro extremidades
La serpiente es uno de los animales más explotados por la ciencia ficción, la mitología o las leyendas. El desconocimiento, mezclado con el misterio que destila esta criatura, han hecho de ella la diana perfecta para miles de especulaciones sobre su origen y evolución.Pero poco a poco, y volviendo al plano de la realidad, estas incógnitas se van resolviendo gracias a las investigaciones paleontológicas focalizadas en saber más de este animal. La última, un estudio publicado en la revista Nature Comunications, data la primera serpiente conocida de 167 millones de años (casi 70 millones de años más antigua que los fósiles hasta ahora conocidos).Se trata de un hallazgo de restos de tres especies distintas, con el cuerpo plano, cráneo aplastado y en forma de flecha, maxilares curvados...hasta aquí todo normal. Pero lo que despistaba a los paleontólogos y hacía que estos restos no fueran considerados como los antecesores de las serpientes era la presencia de cuatro extremidades pequeñas. Serpientes cuadrúpedas.Las patas eran consideradas características de otros reptiles, como la quimera o el dragón y se tomaba el esqueleto axial como esencial para poder hablar de serpientes.Pero la investigación (realizada por los doctores Michael Caldwell, profesor de la Universidad de Alberta, en Canadá; Randall Nydman, de la Universidad de Midwestern en Arizona; Alessandro Palci, del South Australian Museum y Sebastián Apesteguía, de la Universidad Maimónides de Buenos Aires) rebela que lo que realmente caracteriza a una serpiente como tal es su estructura craneal, por lo que podemos hablar de que la evolución de estos animales comenzó antes de que perdieran las piernas y se convirtieran en las criaturas que conocemos hoy.Esta hipótesis ayuda a solucionar una de las incógnitas que se daban alrededor de la evolución de las serpientes: Antes del descubrimiento de estos fósiles más antiguos, la primera evidencia que se tenía de las serpientes era una aparición simultánea en diferentes lugares del planeta. Pero ahora, datándolas como animales de 167 millones de años de antigüedad, su origen se sitúa en la Pangea (cuando todas las masas de tierra que actualmente conforman los continentes todavía se hallaban unidas en una sola), por lo que ya no se habla de una generación espontánea.De esto se ve que las serpientes tienen un origen evolutivo mucho más complejo de lo que se pensaba, tal como afirmó Caldwell en una conferencia en su universidad. Entendiendo que el elemento distintivo de las serpientes es el cráneo y no su cuerpo, se puede hablar de especímenes que pueden parecer incluso más similares a otros tipos de reptiles que a las serpientes.Y es que no se trata de animales aislados evolutivamente. Los restos encontrados por el equipo (el Portugalophis lignites, en Portugal; el Eophis underwoodiDiablophis gilmorei en Colorado) evolucionaron no solamente en lo que hoy se conoce como serpiente, sino en diversos tipos de reptiles.Esta idea novel, resuelve algunas incógnitas, pero rebela otras tantas: Ahora nos encontramos ante un vacío de conocimiento importante, y es que quedan por encontrar los restos de serpientes que datan entre los hallados por el equipo de Caldwell y los anteriormente conocidos (de entre 140 y 100 millones de años de antigüedad) e incluso algunos más antiguos. Un reto para las investigaciones futuras, sentencia Caldwell.