JERUSALÉN
Israel llevó a cabo cientos de ataques aéreos contra lo que dijo que eran objetivos militantes en Gaza, destruyendo hogares y dañando infraestructura vital en el empobrecido territorio, que ha estado bajo un bloqueo paralizante desde que Hamas tomó el poder allí hace 14 años.
Mientras tanto, los militantes palestinos dispararon más de 4.000 cohetes contra Israel, algunos de los cuales llegaron hasta Tel Aviv, paralizando partes del país.
Al menos 243 palestinos murieron, incluidos 66 niños y 39 mujeres, con 1.910 personas heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza. Doce personas en Israel, incluidos un niño de 5 años y una niña de 16, murieron.
He aquí un vistazo a lo que viene a continuación:
OTRO ESTALEMADO
Los palestinos de Gaza, Jerusalén oriental y Cisjordania ocupada celebraron lo que muchos vieron como una victoria de Hamas contra un Israel mucho más poderoso. Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se enfrentó a críticas de su base dura, y muchos lo acusaron de poner fin a la guerra prematuramente sin derrotar a Hamas.
Netanyahu dijo que Israel infligió un daño importante a las capacidades militares de Hamas, matando a 200 militantes, incluidos 25 comandantes de alto rango. Él dice que golpeó más de 100 kilómetros (60 millas) de túneles militantes, así como lanzacohetes y otra infraestructura militar.
Pero Israel nunca logró detener el lanzamiento de cohetes.
Los militantes palestinos lanzaron bombardeos masivos de cohetes que a veces parecían dominar las formidables defensas aéreas de Israel. El ejército israelí dice que tuvo una tasa de interceptación del 90% y que cientos de cohetes se quedaron cortos en Gaza, y uno mató a una familia palestina de ocho.
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OTRA TRUCO FRÁGIL
Al igual que en las últimas tres guerras, la lucha terminó con un alto el fuego informal negociado por Egipto y otros mediadores, cuyos términos exactos no se hicieron públicos.
Hamas afirmó que Israel acordó detener las acciones policiales en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén y la amenaza de desalojo de familias palestinas del cercano vecindario de Sheikh Jarrah. Ambos habían provocado protestas palestinas y enfrentamientos con la policía que finalmente iniciaron la guerra. Pero no hubo confirmación de Israel ni de mediadores.
Los ceses del fuego anteriores han detenido los principales combates, pero han resultado inestables. Israel y Hamas han librado cuatro guerras e intercambiado disparos en innumerables ocasiones desde que el grupo militante islámico tomó el control de Gaza de manos de las fuerzas leales a la Autoridad Palestina en 2007. Los enfrentamientos dispersos en Al-Aqsa después de las oraciones del viernes fueron una prueba temprana de la durabilidad de la tregua.
Ningún alto el fuego ha abordado los problemas subyacentes que alimentan el conflicto de décadas, incluida la ocupación israelí de tierras que los palestinos quieren para un estado futuro y la negativa de Hamas a reconocer el derecho de Israel a existir. Israel y los palestinos no han mantenido conversaciones de paz sustantivas en más de una década.
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¿OTRA ELECCIÓN ISRAELÍ?
Los oponentes políticos de Netanyahu estaban a punto de formar un gobierno y derrocarlo luego de cuatro elecciones inconclusas en dos años. Pero las delicadas negociaciones de coalición con los partidos árabes quedaron en suspenso cuando estalló la lucha.
Inicialmente, la guerra pareció reforzar las perspectivas políticas de Netanyahu , lo que le permitió presentarse como un líder duro que estaba castigando a los enemigos del país. Pero desde que se impuso el alto el fuego, se ha enfrentado a nuevas críticas.
Nunca estuvo claro si los oponentes de Netanyahu, que abarcan el espectro político desde los antiguos aliados de la derecha hasta los partidos árabes, podrían dejar de lado sus diferencias para sacarlo de su cargo. Otra elección a finales de este año es una posibilidad clara.
Los israelíes han estado profundamente polarizados sobre Netanyahu en los últimos años, ya que se ha enfrentado a acusaciones de corrupción por las que ahora está siendo juzgado. En los meses previos a la guerra, los activistas habían organizado protestas semanales frente a su residencia. Ahora están listos para reanudarse.
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OTRA INTERVENCIÓN DE EE. UU.
La administración Biden, que esperaba sacar a Estados Unidos de los conflictos intratables de la región para enfocarse en una China en ascenso y el cambio climático, fue tomada con los pies desprevenidos y ahora ha sido arrastrada nuevamente al desalentador papel de mediador en Medio Oriente.
Desde el comienzo de la última guerra, Estados Unidos afirmó repetidamente el derecho de Israel a defenderse mientras alentaba silenciosamente los esfuerzos de alto el fuego. El miércoles, sin embargo, el presidente Joe Biden le dijo a Netanyahu que quería ver una "desescalada significativa".
Al principio, Netanyahu pareció ignorarlo, diciendo que estaba "decidido a continuar" la ofensiva hasta que se cumplieran sus objetivos. Pero aceptó el alto el fuego al día siguiente.
El intercambio marcó una prueba temprana de la relación entre los dos líderes , que han tenido momentos de tensión a lo largo de los años. Mientras tanto, Biden enfrenta la presión interna de una base demócrata que simpatiza cada vez más con los palestinos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tiene previsto visitar la región en los próximos días.