Desde hace un mes había tratado de asesinar a la ahora occisa, degollándola, pero ella no lo denunció
Cruel sujeto asesina a su esposa a martillazos
Desde hace un mes había tratado de asesinar a la ahora occisa, degollándola, pero ella no lo denunció
Por presuntas causas pasionales, un hombre asesinó a su esposa golpeándola con un martillo en la cabeza y la remató causándole lesiones con un cuchillo de cocina en varias partes del cuerpo.Los hechos se registraron en la colonia Fundadores, en la casa marcada con el número 214 de la calle Joseph Onofre Cavazos, donde Esmeralda Hernández Ramos, de 39 años, quedó inerte en el piso de la recámara, que presentaba abundantes huellas de sangre en la cama, paredes y suelo.En el lugar quedó tirado el martillo utilizado como arma por el homicida Ramón Leija Perales, de 41 años, así como la cacha de un cuchillo pequeño de cocina, cuya hoja metálica se partió y quedó incrustada en el pecho de la víctima.Hace un mes el homicida, quien es albañil, había tratado de asesinar a la ahora occisa, degollándola con arma blanca, pero en esa ocasión solamente le dio un tajo en la garganta que no alcanzó a cortar la vena yugular.La occisa continuamente era maltratada y golpeada por su esposo, supuestamente por celos infundados del hombre, pero ella nunca presentó denuncia penal por esos hechos, revelaron vecinas de la víctima.La víctima, obrera de la maquiladora Panasonic, fue identificada por sus familiares ante las autoridades ministeriales, quienes también proporcionaron la identidad del victimario.Después de cometido el crimen y dejar masacrada a su esposa en la recámara, Leija Perales se retiró del domicilio alrededor de las 12:30 horas de ayer, llevándose consigo a las dos niñas de 9 y 12 años que había procreado con la víctima. Cinco horas más tarde, Leija Perales fue atrapado por agentes federales adscritos a la Policía Ministerial del Estado, quienes realizaron un operativo de búsqueda en domicilios de familiares y amistades del criminal.La noche anterior a los hechos, los vecinos refieren haber escuchado escándalo como de pleito conyugal en el domicilio de la obrera asesinada, pero que no prestaron mayor atención porque supuestamente los conflictos entre la pareja eran constantes y ruidosos.Agregaron que días antes Hernández Ramos había sido golpeada en el rostro por Leija Perales, causándole hematomas.Fueron muchas las señales que premonizaban un desenlace fatal en agravio de la obrera, ya que el esposo era extremadamente celoso y la atacaba violentamente por cualquier motivo, pero nadie quiso intervenir, indicaron las vecinas.Unos minutos antes del crimen, la víctima platicó telefónicamente con una vecina, quien dijo que a la media hora el homicida salió de la casa con las dos niñas de la mano, caminando apresuradamente.Al lugar de los hechos se presentaron autoridades ministeriales, criminólogos de Servicios Periciales y agentes federales del Grupo de Homicidios, quienes recopilaron datos y evidencias en el escenario del crimen, así como testimonios para fundamentar los cargos en contra del homicida.Tras ser capturado por los agentes federales, Leija Perales confesó haber asesinado a su esposa, pero no proporcionó detalles sobre la forma en que la ultimó, porque según él había perdido la cordura y no se acordaba bien de los hechos, solamente que le asestó múltiples cuchilladas en varias partes del cuerpo hasta que la hoja metálica del arma se quebró quedando incrustada en el tórax de la víctima.