Crece flujo de refugiados entre crisis

La ola migrante en Europa seguía creciendo este jueves, con un récord de flujo entre Serbia y Hungría, cuya frontera podría quedar herméticamente cerrada dentro de pocos días por el Ejército.

La política de Budapest, así como la de Dinamarca -que intenta frenar la llegada de nuevos migrantes en tránsito hacia Suecia- ilustran las profundas divisiones entre los países europeos, pese a los llamados a la generosidad de Alemania y la Comisión Europea.Para intentar resolver esas diferencias, los Cancilleres de República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia se reunirán con sus colegas de Alemania y Luxemburgo (que preside actualmente la Unión Europea) el viernes en Praga.Unos 5 mil migrantes, muchos de ellos refugiados que huyen de los conflictos en Oriente Medio, llegaron en las últimas 24 horas a la frontera entre Serbia y Hungría, una cifra récord, indicó la televisión de Estado serbia (RTS).En el sector de Röszke, principal punto de paso entre los dos países, autobuses fletados por las autoridades húngaras embarcaban a los refugiados para llevarlos a campamentos de acogida inicial, bajo una intensa lluvia.Es Bashar (al Assad, el presidente sirio) quien debería estar aquí, todo esto es su culpa explicaba un grupo de sirios, tiritando por el intenso frío.Entretanto, un poco más al norte, más de 3 mil personas llegaron a Austria en la noche del miércoles al jueves, sin trabas, desde Hungría.Pero este jueves a media jornada, la compañía nacional de ferrocarriles austríacos (ÖBB) anunció que suspendía sine die su tráfico con Hungría debido a la masiva congestión de su red ante el flujo de migrantes deseosos de llegar a Alemania.Más murosLos refugiados intentan atravesar lo más rápidamente posible Hungría, antes de la entrada en vigor el 15 de septiembre de una nueva ley antimigrantes que permite el despliegue del ejército en la frontera y prevé penas de prisión para quienes la atraviesen ilegalmente.De momento, miles de migrantes siguen desafiando a diario a la policía húngara al atravesar la frontera desde Serbia, pese a la construcción este verano boreal de una valla con alambradas a lo largo de los 175 km de línea divisoria con este país.Una segunda valla, de cuatro metros de altura, está en proceso de construcción.La posición contraria la representa Alemania, país líder de una política de puertas abiertas, que anunció este jueves que 450 mil refugiados han sido registrados en el país en lo que va del año, de los cuales 37 mil en la primera semana de septiembre.Ello muestra, francamente, que la repartición de 160 mil refugiados en Europa es apenas un primer paso, por decirlo de forma suave. También podemos decir: una gota de agua en el océano, afirmó el vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel.Alemania espera acoger a 800 mil solicitantes de asilo en 2015, cuatro veces más que el año anterior, y una cifra récord en Europa.La Comisión Europea propuso el miércoles un plan para repartir a 160 mil personas, pero Berlín pide un sistema de cuotas sin límites para colocar a refugiados en los países de la UE, y hacer frente así a la peor crisis migratoria en siete décadas.Este sistema de repartición es criticado por numerosos países europeos. Rumanía expresó su rechazo a este sistema de cuotas obligatorias a través de su Presidente, Klaus Iohannis.No pensamos que se trate de una solución, o que sea oportuno hablar de cuotas obligatorias, calculadas de forma muy burocrática (...), sin consultar con los estados miembros dijo el presidente rumano.Entretanto, en el Mediterráneo, miles de migrantes y refugiados siguen afluyendo a Grecia desde Turquía.Convertida en el lugar emblemático de este éxodo, la pequeña isla griega de Lesbos ha recibido hasta a 20 mil candidatos al exilio, el equivalente de una cuarta parte de su población.Entre Grecia y Macedonia, las escenas también son de caos, entre centenares de refugiados que luchaban por ocupar los asientos en los buses fletados por las autoridades, y un puñado de policías desbordados por la situación, bajo una lluvia pertinaz.