La NASA y la misión Crew-2, conformada por cuatro astronautas de distintas agencias espaciales, se mantuvieron seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI). Durante el éxodo, los tripulantes de la misión, financiada por SpaceX, contribuyen en variopintas investigaciones que proveerán a la evidencia científica espacial de nuevas formas de concebir la estancia del ser humano en el espacio: una de las más curiosas fue la cosecha de chiles, que al crecer exitosamente, fueron utilizados -un par de ellos- para degustar unos clásicos tacos.
Los cosmonautas que formaron parte de esta misión son Shane Kimbrough y Megan McArthur (ambos pertenecientes al equipo técnico de la NASA), el astronauta de la JAXA (Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón) Akihiko Hoshide y de la ESA (Agencia Espacial Europea) Thomas Pesquet, quienes viajarán de regreso a la Tierra dentro de una cápsula SpaceX Crew Dragon.
A lo largo de su estancia, los astronautas allanaron el camino a futuras misiones de exploración espacial, pues se encargaron de desarrollar distintas tecnologías nunca antes probadas Una de ellas fue la prueba de fuerza, realizada por Megan McArthur. La integrante de la NASA estudió de cerca el fenómeno conocido como “sarcopenia”, el cual, tiene lugar cuando las personas comienzan a envejecer y pierden, inherentemente, masa muscular. Hasta la fecha, dicha condición -de acuerdo al programa civil espacial- es difícil de diagnosticar, y por consiguiente, para el personal médico se convierte en un reto identificar los medicamentos adecuados para tratarla.
Esta problemática cobra importancia, en lo referente a las investigaciones espaciales, ya que la “sarcopenia” también se desencadena en el espacio, sólo que sus efectos son mucho más rápidos que los producidos a la Tierra, pues no se desata únicamente cuando una persona alcanza un punto máximo de longevidad, sino que la pérdida de masa muscular ocurre, de forma automática, al despegar el vuelo.
El experimento, ejecutado por McArthur, nombrado como “Cardinal Muscle” se encargó de probar si los tejidos diseñados, así como cultivados en el espacio podrían aprovechar esta pérdida acelerada y respaldar el desarrollo de un modelo que evalúe posibles fármacos antes de los ensayos clínicos en humanos.
UN DATO
A lo largo de su estancia, los astronautas allanaron el camino a futuras misiones de exploración espacial, pues se encargaron de desarrollar distintas tecnologías nunca antes probadas Una de ellas fue la prueba de fuerza, realizada por Megan McArthur.