Incrementa en últimos años el uso de camiones para transportar indocumentados
Contrabando de migrantes. Una ruleta rusa…
Incrementa en últimos años el uso de camiones para transportar indocumentados
San Antonio, Texas.- Puede tomar meses investigar el incidente en que fallecieron asfixiados al menos nueve migrantes que viajaban junto con decenas más apelotonados en un camión, que las autoridades creen habían ingresado ilegalmente al país. Pero casos previos en los que se empleó el mismo método para transportar personas dan algunas pistas acerca de lo peligroso que es, y la velocidad con que puede tornarse mortal. Vistazo a la forma en que los contrabandistas de personas usan camiones para transportar gente: ¿QUÉ TAN COMÚN ES EL USO DE CAMIONES PARA EL TRÁFICO HUMANO? Las autoridades fronterizas dicen que ha aumentado en los últimos tiempos. El 7 de julio, por ejemplo, agentes de la Patrulla de Fronteras de Laredo, Texas, encontraron 72 personas de México, Ecuador, Guatemala y El Salvador encerradas en un remolque. Semanas antes fueron rescatadas 44 personas de México y Guatemala halladas cuando la policía detuvo un camión en un puente de la frontera. Es difícil establecer si este aumento en estos casos marca una tendencia o a qué se debe. Un reciente informe de Verisk Maplecfort, organismo europeo que hace análisis de riesgos, indica que la línea dura adoptada por el gobierno de Donald Trump en torno a la inmigración ilegal puede empujar a los migrantes a que ensayen métodos más peligrosos. De lejos, el caso más notable registrado hasta ahora, y el mejor documentado, se produjo en el 2003, cuando 19 de unas 100 personas que ingresaron al país ilegalmente en un camión, incluido un niño de siete años, fallecieron en el sur de Texas por el calor. Más de una docena de traficantes de personas fueron condenadas en conexión con ese caso. ¿DE DÓNDE SON LOS INMIGRANTES? El viaje en camión es generalmente una de las últimas etapas de recorridos que comenzaron meses antes en algún lugar de México o a miles de kilómetros de la frontera entre México y Estados Unidos, en Honduras o Guatemala. Documentos de otros casos similares indican que los tráilers, o camiones con acoplados, transportan gente que llegó a la frontera en tren, autobuses o automóviles. A veces cruzan a pie o por el río Bravo y son recogidos del lado estadounidense. En el caso del 2003, los migrantes fueron recogidos cerca de Harlingen, Texas, a unos 32 kilómetros (20 millas) de la frontera, del lado mexicano. El plan era cruzar un puerto a 80 kilómetros (50 millas) de allí, sobre la carretera 77, cerca de Sarita, Texas. Ya del lado mexicano, los migrantes iban a ser repartidos en varias camionetas que los llevarían a Houston. ¿POR QUÉ CAMIONES? Los migrantes no quieren quedarse en la zona de la frontera, sino llegar a ciudades grandes como Nueva York o Chicago, donde los esperan familiares o trabajos. Es por ello que prefieren los camiones. Los traficantes de personas saben que hay una enorme cantidad de gente que quiere alejarse de la frontera lo más rápidamente posible y ven una oportunidad de ganar buen dinero. Cuanta más gente transporten, más ganancias. En el incidente del 2003, los traficantes buscaron conductores estadounidenses, que no fuesen hispanos, para que no despertasen sospechas en el puerto fronterizo. Contrataron a Tyrone Williams, quien había llegado desde Nueva York transportando leche en un camión refrigerado. ¿CÓMO ES QUE MUERE LA GENTE? Las principales causas de muerte en un camión son deshidratación, hipertermia y asfixia. El camión de Williams tenía un sistema de refrigeración, pero el conductor no lo encendió. Los migrantes no dijeron nada mientras el camión cruzaba la frontera, pero comenzaron a golpear sus paredes una vez en territorio estadounidense, cuando empezaron a tener problemas para respirar. Williams se asustó y en una parada de camiones en Victoria, Texas, desenganchó el acoplado y se fue. Cuando llegaron finalmente las autoridades encontraron numerosos muertos y a los sobrevivientes en ropa interior, sudando. Williams fue condenado a más de 30 años en prisión, sin posibilidades de quedar en libertad bajo palabra.