Los más de mil migrantes que continúan varados en esta ciudad fronteriza, en su mayoría de origen africano siguen esperando a que el gobierno de Estados Unidos anuncie una fecha para restablecer la atención en torno a las solicitudes de asilo.
Desde finales de marzo, todos los trámites quedaron en pausa, afectando a familias, que viajaban con menores. “Hay muchas familias con menores que desgraciadamente siguen esperando, la desesperación se hace más grande todos los días y nosotros no podemos hacer nada, ahorita se nos permite apoyarlos con albergue, comida, pero no a todos“, dijo Héctor Silva, director de la casa para migrantes Senda de Vida.
Los albergues en Reynosa se habían preparado para cerrar nuevamente sus puertas como parte del protocolo sanitario del Covid-19, pero en los decretos más recientes se acordó que los servicios de asistencia social podrán seguir trabajando al 50 por ciento de capacidad hasta el 15 de diciembre. “Nosotros no queremos pedirle a las familias que se retiren, por eso solo recibimos a unas pocas, el resto de los que esperan deben buscar por su cuenta, por eso es importante que Estados Unidos retome las solicitudes de asilo, que no tenga a toda la gente aquí a la deriva”, insistió el director.