Ciudad de México.
Jean-Claude Van Damme logró sorprender dentro y fuera de la ficción, conquistando a su público desde los años 80 y 90.
Con su agilidad para lanzar patadas y saltar, Jean-Claude Van Damme podía defenderse de criminales con botellas rotas, mesas y hasta hacerle frente a dos hombres con el doble de músculos.
Además tenía un arma secreta: su "split" para esquivar golpes y sorprender tanto a enemigos como al público en la gran pantalla, la cual conquistó en los años 80 y 90 como un indiscutible ídolo de acción.
Apodado "Los Músculos de Bruselas", el actor belga logró posicionarse como una estrella del celuloide gracias a secuencias de acción difíciles de imitar en filmes como Kickboxer y Contacto Sangriento.
Su físico comenzó a trabajarlo desde su juventud y no descuidó la flexibilidad, aunque el actor atribuye a sus genes su gran condición física, que le permitió montar un gimnasio propio con el que triunfó a sus 20 años.
NO FUE FÁCIL
Fue la inocencia del belga lo que lo llevó a Hollywood, pues en una convención en su país conoció a Kirk Douglas, su ídolo por Espartaco, quien le dio su tarjeta. Con un puñado de ahorros en el banco, se animó a ir a Estados Unidos a tocar puertas.
De esta época, Van Damme recuerda que pidió tarjetas a todo mundo y sus primeros papeles ni siquiera tenían nombre, trabajando como extra en una escena de baile en Breakin' y un soldado en Missing in Action.
Todo cambió cuando llegó Contacto Sangriento (1988), que le permitió mostrar sus extraordinarias capacidades físicas, mismas que lo llevaron al estrellato en el género de acción con maniobras fantásticas.
Su patada de helicóptero y sus splits fueron su sello característico y el mayor atractivo en sus películas.
Estas artimañas las volvió a lucir al año siguiente en Kickboxer, donde interpretó a un hombre que desea vengar la derrota de su hermano en un ring asiático.
El impulso lo llevó a filmar varios éxitos por año, que incluyen Cyborg (1989), Lionheart (1990), Doble Impacto (1991) y Soldado Universal (1992), donde compartió pantalla con otro ídolo: Dolph Lundgren.
RENACIMIENTO
Pese a su éxito en los 90 con filmes como Ganar o Morir, Timecop y Street Fighter, miles de críticos, fans y hasta el propio Van Damme no consideraban memorables sus actuaciones.
El crecimiento interpretativo llegó hasta que filmó In Hell (2003), con el cineasta Ringo Lam, quien le pidió para el personaje asumirse como una persona más amable y educada que en la vida real.
El histrión cumplió tanto la petición, que meses después de la película aún notaba que caminaba, gesticulaba y hasta se paraba distinto.
La intención del belga no es convertirse sólo en una postal del pasado, y es por ello que ha buscado reinventarse y hasta autoparodiarse en dos proyectos: JCVD (2008) y la serie Jean-Claude Van Johnson (2017).
En su serie, lanzada por Amazon, da vida a una versión alterada de sí mismo, la de un actor popular del cine de acción, fachada que le ha servido para desarrollar misiones como espía encubierto.
Su actividad mediática más reciente fue, precisamente, por Jean-Claude Van Johnson, con lo que mostró que su carrera está lejos de ser noqueada.
"Cuando perdí mi fama con Timecop por alguna estupidez, y luego no hice ninguna película comercial durante 10 años, excepto Los Indestructibles 2, le dije a mi madre: 'Antes de que te vayas, mamá, me aseguraré de que estoy de regreso en los cines y tendremos un gran estreno en París'.
'Y ahora está sucediendo. Tiene 83 años y todo lo que le dije a mi mamá está sucediendo ahora", dijo a The New York Times en 2017, antes del estreno de su serie... que fue cancelada tras una sola temporada.
BODA AL DOBLE
En 1999, la boda del actor causó revuelo en el mundo, y es que llegaba al altar con Gladys Portugues.
Sin embargo, no era la primera vez: ambos ya se habían casado en 1987 y se divorciaron en 1992. Juntos tuvieron dos hijos: Kristopher y Bianca.
El legado de Van Damme sigue en la pantalla gracias a su hija Bianca, quien siguió sus pasos y tiene hasta la fecha 11 créditos como actriz, en producciones como The Murder of Nicole Brown Simpson.
VIRAL
Sólo Van Damme podía tener la serenidad y paz necesaria para viajar entre dos camiones, con una pierna colocada en el espejo retrovisor de cada uno, mientras estos se van separando.
Así fue el comercial que filmó con Volvo en 2013, donde proclamó que él hacía "el split más épico". El clip suma casi 102 millones de reproducciones en YouTube.
SU SECRETO
Puede tener 60 años , pero el belga mantiene uno de los cuerpos más envidiables del espectáculo, y todo gracias a que no abandonó los entrenamientos rigurosos ni la disciplina.
"En la mañana hago bicicleta y 40 minutos de pesas, kickboxing y estiramientos. Cuando hago pecho, también hago bíceps y antebrazos. Al día siguiente tríceps, espalda y pantorrillas, y luego mis piernas y abdominales", detalló en una entrevista para Men's Health.
"Para mí es un día de descanso y uno de entrenamiento. Además, hago cardio tres veces por semana".
MERCENARIO A NETFLIX
Tras probar suerte con Amazon y su serie fársica de 2017, Van Damme vuelve a dar otro paso en el streaming al firmar contrato exclusivo con Netflix, con quien hará la película de comedia The Last Mercenary.
En esta ocasión JCVD se meterá en la piel de un veterano y oscuro ex agente secreto que debe volver a Francia después de que su hijo, con quien no se lleva muy bien, es acusado falsamente de tráfico de armas.