A pesar de que se declaró inocente, María Aliójina, integrante de la agrupación Pussy Riot, fue condenada a un año de libertad restringida por organizar una protesta “no autorizada” y con ello violar las restricciones por el Covid.
Aunque la fiscalía solicitaba dos años de condena para la activista, el tribunal Preobrazhensky de Moscú dictó un año de sentencia. Durante dicho año, María no podrá salir de su domicilio entre las 22:00 y las 06:00 horas, tampoco de Moscú, ni participar en eventos masivos.
AMENAZA DE CONTAGIO
En lo que se llamó un caso sanitario, la integrante del colectivo fue culpada de haber creado una amenaza de contagio masivo al convocar a una protesta en Moscú el 23 de enero, en favor del preso político Alexei Navalny, y con ello incitar a romper las normas sanitarias por la pandemia.
Navalny es un abogado ruso, opositor de Vladímir Putin, quien está preso en Rusia por haber violado las condiciones de una sentencia previa. En enero se realizaron varias protestas en favor de su liberación, una de ellas a la que convocaba Aliójina.