Imparables, bromistas y sarcásticas aparecieron Susana Zabaleta y Adela Micha para hablar de “Los mandamientos de una mujer chingona” que rigen sus vidas y que, claro, han tenido sus consecuencias.
Adela, por ejemplo, declara orgullosa. “Yo nací cabrona. Es un músculo que fui desarrollando, yo creo que a las mujeres nos cuesta trabajo por la educación que recibimos, por muchos atavismos que fuimos ancestralmente arrastrando. No sabemos exigir, pedir, excepto algunas. Este asunto es muy de género porque siempre nos han dicho y no solamente en dichos sino con actos, que somos menos, somos una mayoría discriminada”.
Susana, otra mujer fuerte y cabrona, señaló:
“Yo tengo un mandamiento que le copié a Adela, hay un mandamiento maravilloso que tiene que ver con entender el fracaso, celebrar el fracaso, aprender de él. Me he dado cuenta que he aprendido más de los fracasos que de los triunfos, el fracaso te duele, te parte la madre pero al final dices gracias fracaso”.
ROMPEN ESQUEMAS
Adela dice que, en su caso, los mandamientos de mujer chingona le siguen representando no sólo un costo sino que son varios.
“Sigo rompiendo esquemas en lo personal y en lo profesional, creo que eso ha representado un costo pero me ha valido lo que cuesta”.
Por sus personalidades, fortalezas, triunfos y fracasos es que Susana, Adela y Rebecca de Alba se unieron en un proyecto llamado así: “Los mandamientos de una mujer chingona”, donde cada una comparte eso que las ha mantenido fuertes y empoderadas.
Estos mandamientos han sido un poco tocados por el contexto pandémico pero afirman que, en esencia, son los mismos.
Las primeras dos invitaron al espectáculo que presentarán en dos funciones el próximo 7 de octubre en el Pepsi Center, en la Ciudad de México.
Si hay algo que ama de este proyecto, dijo Susana, es ver a sus amigas, porque si no es trabajando puede resultar imposible.
Finalmente, señalaron que este tipo de shows termina siendo muy sorprendente hasta para ellas por el margen de improvisación que se da en escena.