Son voluntarios y héroes No es el título de una película o programa de televisión, son reynosenses que protegen y alimentan a niños pobres y ancianos desvalidos, al igual que a migrantes e indigentes.
Combatientes del hambre
Son voluntarios y héroes No es el título de una película o programa de televisión, son reynosenses que protegen y alimentan a niños pobres y ancianos desvalidos, al igual que a migrantes e indigentes.
Octubre es el mes mundial de la alimentación, pero para las agrupaciones que todos los días luchan para erradicar el hambre junto a autoridades del Estado, Municipio y Sistema DIF, así como con otras organizaciones sociales, y aún así no hace falta más ayuda, el combate al hambre es una tarea moral, espiritual y física, agotadora y gratificante.Organizaciones de voluntarios católicos, hermanas y la Comisión Diocesana Pastoral Social trabajan todos los días, aún y con los riesgos que ello conlleva, en brindar el alimento a la niñez, ancianos, migrantes y deportados, asimismo a indigentes, y nunca es suficiente.Irma Galván de Carrillo, presidenta de las Voluntarias Vicentinas y con 26 años de servicio, acompañada de un equipo de hermanas de la caridad que atienden en la casa-hogar de San Vicente de Paul a niños y niñas a quienes brindan educación, uniformes, escuela, psicólogo y clases extracurriculares de arte y cultura a través del IRCA, tienen 35 años de conducir a menores por el buen camino. De hecho, hoy día las visitan doctores, abogados o ingenieros que alguna vez fueron protegidos por ellas. “Para ellos es como regresar a casa” dijo la voluntaria vicentina.Actualmente atienden a 43 menores y tienen capacidad para 40 más, pero les hacen falta recursos. Los 43 niños y niñas van a la educación básica.apoyo PARA INDIGENTESAdolfo Sevilla Peña, presidente del patronato de la casa-hogar del indigente “Santísima Trinidad”, expresó que por iniciativa del padre Faustino Armendáriz Jiménez se inició este albergue, mismo apoyo que tuvo por parte de las administraciones municipales de Reynosa, destacando que en sus inicios rescataron a 80 indigentes a los que dieron techo, calzado, ropa y alimento.Aclaró Sevilla Peña que no todos los que andan en la calle son indigentes y que el número de éstos fluctúa.En seis años de actividad ayudaron a un global de 600 indigentes a quienes se les brinda el alimento, comida que llega gracias a las amistades, así como a los clubes sociales que se solidarizan, asimismo agradece el apoyo del Cabildo de Reynosa y al Sistema DIF Municipal, que preside la señora Elvira Mendoza de Elías y Centro de Salud del Gobierno del Estado por su apoyo a la casa-hogar, asimismo extendió el agradecimiento a los medios de información por su oportuno apoyo a la sociedad cuando más lo requiere.ABUELITOS ABANDONADOSOtro de los organismos es el comedor María Auxiliadora, ubicado en la colonia Lampacitos, en donde su presidente, el señor Salvador García, junto a cuatro voluntarios más llevan alimento hasta los hogares de los ancianitos, todos ellos abandonados o que viven en la casi absoluta soledad.“Son ancianos enfermos o abandonados y trabajamos con ellos desde hace ocho años y fue por iniciativa del padre Gerardo Villa, que empezamos 12 voluntarios, hoy somos cinco, la ayuda empezó para 50 ancianos y ya fallecieron 30 y actualmente hay 40”, dijo el señor García.Añade don Salvador que de lunes a viernes se acude a los hogares de los adultos mayores para la entrega de los alimentos, a muchos de ellos les dan de comer en la boca. Para su salud, se cuenta con el apoyo de doctores y están trabajando en la construcción de un edificio que va al 75 por ciento y el cual requiere de apoyo para terminarlo; ellos también están como donatarios de la SHCP para los deducibles de impuestos.ALIMENTO ESPIRITUALFinalmente, el presbítero de la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, Fidel González Camacho, asesor de la Pastoral Social, dijo que cada primer domingo de cada mes hacen entrega entre 100 y 150 despensas a personas que realmente lo necesitan y trabajan coordinadamente con el comedor María Auxiliadora.“No sólo tratamos de dar alimento, también pláticas y alimento de fe” concluyó. Informes >La ayuda a la casa hogar del indigente puede hacerse directamente en bulevar Luis Echeverría 421 de la zona centro, contiguo al Archivo Municipal.NECESITAN CAMIONETA Y CONDUCTORSor Ligia Cámara Cano, encargada del albergue para migrantes Nuestra Señora de Guadalupe, dijo que entregan diariamente los tres alimentos a quienes están dentro de esta casa-hogar y dos alimentos a quienes están fuera de la misma, pero que igual necesitan de la ayuda.“En este momento tenemos a 30 migrantes y deportados, son más los deportados, y afuera hay 40, a todos se les da el alimento y hay alimento y gracias a Dios la Divina Providencia está muy alerta con los centros comerciales, autoridades del gobierno y más a raíz del Instituto de Apoyo al Migrante que ayuda al albergue, también a Senda de Vida” dijo Sor Ligia.Cuando hay pocos migrantes, el albergue de migrantes envía su apoyo alimentario a las Voluntarias Vicentinas.Sor Ligia recordó que una vez, cuando integrantes de Senda de Vida les ayudaba, les quitaron una camioneta.“Necesitamos una camioneta y valientes que la manejen” expresó Sor Ligia al coincidir en que ayudar es, en ocasiones, un riesgo.
POR ELLOS. El voluntariado católico que presta su ayuda a quienes más lo necesitan destacan como prioridad que ellos acuden en su socorro.