BEIJING — El hombre de 41 años, de la provincia oriental de Jiangsu, al noroeste de Shanghái, fue hospitalizado el 28 de abril y permanece estable, según la página de la Comisión Nacional de Salud.
No se había reportado un caso humano de H10N3 en ningún otro sitio, según la comisión en un comunicado.
“Esta infección es una transmisión accidental entre especies”, informó. “El riesgo de transmisión a gran escala es bajo”.
La noticia llega en medio de una mayor conciencia de la amenaza de las enfermedades emergentes, a medida que la pandemia de COVID-19 continúa cobrando vidas en todo el mundo.
A diferencia de los coronavirus, existen sistemas globales de monitoreo de la influenza que vigilan los casos humanos de gripe aviar, desde que una cepa llamada H5N1 apareció a fines de la década de 1990 en los abarrotados mercados de aves de corral vivas en Hong Kong.
Entre 2013 y 2017, otra gripe aviar llamada H7N9 infectó a más de 1.500 personas en China a través del contacto cercano con pollos infectados.
Con esos antecedentes, a las autoridades de salud no les sorprende ver casos humanos ocasionales de varias cepas de gripe aviar y monitorean de cerca cualquier señal de que alguna se esté propagando entre las personas.