Ciudad de México
Al grito de: “¡Olé, olé, olé, olé, Checo, Checooo!”, más de 100 mil aficionados mostraron apoyo incondicional a Sergio Pérez.
El Show Run de Red Bull convocó a los amantes de la Fórmula Uno, quienes, sin importar que fuera día laboral, se deleitaron con el sonido del motor V8 del RB7 que rodó de la Diana Cazadora al Ángel de la Independencia.
Una serie de vueltas explosivas y las clásicas donas humeantes desataron la “Checomanía” en Paseo de la Reforma y, por casi cuatro horas, la pandemia de Covid-19 pasó a segundo plano.
El olor de neumáticos quemándose alegró a los fans, muchos de ellos premiados así luego de madrugar o incluso acampar para ver al ya apodado “Viejo Sabroso” previo a su participación el domingo en el Gran Premio de la Ciudad de México.
“Muchísimas gracias a todos los que vinieron, los que hicieron posible este evento, nos lo merecíamos tanto después de lo que hemos pasado, de lo que ha pasado en estos años. Hoy es un día para celebrar, para sentirnos muy orgullosos de nuestro País. La gente estuvo acampando desde las 4 de la mañana, los podía ver desde mi hotel y la verdad que el apoyo y el cariño que he recibido esta semana es increíble.
“Es increíble, no tengo palabras para agradecerles tanto cariño y apoyo y decirles que nos vemos el domingo para celebrar y que siga la F1esta, disfrutarla mucho y que ¡Viva México!”, expresó el tapatío.
Los pilotos tricolores Memo Rojas Jr., Benito Guerra Jr. y el pequeño Mateo García, embajador del GP de la CDMX, calentaron el ambiente antes de que Checo mostrara su espectáculo.
La última vuelta de Pérez fue a pie, luciendo su nómex edición especial de mariachi, portando la Bandera de México y acompañado de sus hermanos y de su papá.
Las donas del tapatío no podían faltar y con ellas levantó grandes ovaciones.