El coloso de la gimnasia rítmica rusa se derrumbó el domingo luego de dramáticas derrotas consecutivas que provocaron feroces acusaciones de injusticia en un deporte famoso por sus centelleantes leotardos, sus remixes de música techno y por los aros y cintas volando por los aires.
En la competición grupal del domingo, el equipo que representa al Comité Olímpico de Rusia volvió a caer a la segunda posición cediendo el escalón más alto del podio a Bulgaria.