Cada vez hay más personas que piden el aborto legal en Argentina

La exigencia de legalización del aborto continúa en aumento en Argentina y una muestra de ello fue la multitudinaria marcha realizada el viernes pasado por sus partidarias, en el marco de la jornada internacional sobre dicho tema

Buenos Aires. Una marea femenina pintada de verde, conformada por organizaciones feministas, se reunió en el Congreso y avanzó hacia la Plaza de Mayo para reclamar una ley que garantice el acceso al aborto en hospitales públicos y privados.La movilización reavivó la intensa lucha feminista que se llevó a cabo aquí este año y que logró que la Cámara de Diputados aprobara el aborto legal.Aunque luego la iniciativa fue rechazada en el Senado, los meses de debate parlamentario reforzaron al movimiento de mujeres de Argentina, país que está a la vanguardia a nivel internacional.La marcha del viernes estuvo encabezada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que lleva como lema “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.A organizaciones que ya cuentan con una larga tradición de lucha feminista se sumaron colectivos de actrices, periodistas y estudiantes todavía adolescentes que este año se convirtieron en protagonistas del activismo en pro del aborto legal.El verde, color que simboliza este reclamo, tiñó mantas, pelucas, pancartas, paredes, uñas, brillitos en las mejillas y sombras de ojos.La identificación de la lucha compartida estuvo a cargo del pañuelo verde cuyo uso se masificó y hoy se mostró amarrado al cuello, el puño o en mochilas, atado en el cabello o como bandera.A sabiendas de que la legalización del aborto no alcanza para garantizar derechos exigidos por el movimiento feminista, en la marcha también se promovió la separación de la Iglesia y el Estado y el combate efectivo a la violencia de género en todas sus manifestaciones.“No estamos solas, faltan las que murieron en abiertos clandestinos”, rezaba una pancarta. Otra advertía que “la mujer decide, la sociedad respeta, el Estado garantiza y la Iglesia no interviene”.