Ciudad de México
Ellos fueron su fuerza en los momentos que pintaban como los más dulces tras acechar el récord de Alfredo Tena como el defensa azulcrema más goleador, pero que se tornaron amargos por lesiones y enfermedades.
“Uno necesita rodearse de gente que te ayude a estar bien. Mi hijo me ayudó muchísimo en el sentido de poder sacarme una sonrisa en los momentos en los que estaba triste, decepcionado por lo que me había pasado, y con mi señora el apoyo que siempre tengo de ella, estoy muy agradecido”, dijo el zaguero del América.
Bruno marcó su gol 25 el primero de agosto de 2020, con lo que se acercaba a uno de Tena. En lugar de quebrar el récord, se rompió el ligamento cruzado anterior y así comenzó el viacrucis. Pasaron 560 días para que igualara la marca del “Capitán Furia”, pero el romance con la afición ya tenía fracturas.
“Dios tenía el destino con estas cosas que él me pone para poder superar. Costó muchísimo poder estar bien y tranquilo con mi familia, pero uno siempre se mentaliza y está rodeado de gente que te ayuda a seguir adelante”, dijo.
Ahora Bruno reserva la pantorrilla izquierda para otras huellas de pie, las de sus gemelas que espera en abril.