BARCELONA
Una colonia británica ubicada en el extremo sur del territorio español, Gibraltar no estuvo incluido en el acuerdo comercial post-Brexit que se anunció en la víspera de Navidad entre la Unión Europea y el Reino Unido para reorganizar las relaciones comerciales entre el ahora bloque de 27 naciones y el primer país en abandonar el grupo.
El plazo para Gibraltar sigue siendo el 1 de enero, cuando expira un periodo de transición que regula la pequeña frontera entre Gibraltar y España. Si no se concreta un acuerdo, hay varias inquietudes de que una frontera complicada podría ocasionar problemas para los trabajadores, turistas y para las conexiones de empresas grandes en ambos lados.
España tuvo éxito en convencer a la UE que separara el tema de Gibraltar de las negociaciones más grandes sobre el Brexit, lo que significa que Madrid se está haciendo cargo de todas las negociaciones directamente con sus contrapartes en Gibraltar y Londres.
La ministra de Exteriores de España, Arancha González, dijo el jueves pasado que si no se llega a un acuerdo, teme que las largas filas de conductores de camiones que se vieron en el Canal de la Mancha hace unos días se puedan repetir.
Durante las negociaciones del Brexit, España ha insistido en que quiere opinar sobre el futuro de Gibraltar.
Más de 15.000 personas viven en España y trabajan en Gibraltar, lo que representa alrededor del 50% de la mano de obra del territorio británico. Los aproximadamente 34.000 habitantes de Gibraltar estaban en contra de que Gran Bretaña abandonara la Unión Europea. En el referendo celebrado en 2016 sobre el Brexit, 96% de los votantes en Gibraltar estuvieron a favor de permanecer en el bloque que sienten les da más influencia para tratar con el gobierno español.