La empresa con sede en Alemania, que desarrolló una vacuna pionera contra el coronavirus junto con su socio estadounidense Pfizer, pretende comenzar los ensayos clínicos de una “vacuna segura y muy eficaz contra la malaria” a finales del próximo año.
“Estamos trabajando en el VIH y la tuberculosis; la malaria es la tercera gran enfermedad con una enorme necesidad médica no cubierta”, dijo el director ejecutivo de BioNTech, Ugur Sahin, a The Associated Press. “Tiene un elevado número de personas que se infectan cada año y de pacientes que mueren. Es una enfermedad particularmente grave con una alta tasa de mortalidad en niños pequeños”.
Según la Organización Mundial de la Salud, en 2019 hubo unos 229 millones de casos de malaria en todo el mundo. El organismo mundial calcula que 409.000 personas murieron de malaria ese año, y que los niños menores de 5 años representaron el 67% de las muertes.
Sahin reconoció que el plan está en una fase muy temprana y que no hay garantía de éxito, pero dijo que la empresa cree que es “el mejor momento para abordar este reto” debido a los conocimientos que ha adquirido al desarrollar una vacuna de ARNm contra el nuevo coronavirus y al entendimiento de cómo funciona la malaria.
Sin embargo, los expertos afirman que desarrollar una vacuna que prepare al sistema inmunitario contra la malaria será complicado.
“El genoma del Plasmodium, el parásito que causa la malaria, es más complejo que el de los virus”, dijo Prakash Srinivasan, profesor adjunto de la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg.
Una vacuna contra la malaria desarrollada por la farmacéutica GlaxoSmithKline que ya se está probando en tres países africanos ha demostrado que inducir niveles de anticuerpos fuertes y duraderos es un reto, señaló.
Las variantes existentes y futuras del parásito también podrían suponer un desafío para el desarrollo de una vacuna eficaz, añadió Srinivasan, cuyo laboratorio también está trabajando en desarrollar una vacuna contra la malaria.