Cd. de México, México
Benedict Cumberbatch está a favor de promover la salud mental en todos los niveles y generaciones, lo mismo que el respeto a disentir, a escuchar y conversar en vez de pelear, criticar y lapidar. En la era en la que una red social parece obligatoria para los famosos, el actor británico de 45 años se resiste a ellas.
"Estamos pasando por momentos que han sido particularmente difíciles, y cuando varias personas me muestran los comentarios en redes sociales, veo mucha negatividad, crítica, odio y eso no me gusta y no me atrae.
"Hemos olvidado que podemos no estar de acuerdo, que el respeto es de ambas partes, hemos olvidado que existe el derecho a conversar en vez de pelear, por eso me resisto a meterme en ese círculo de ideas negativas que parece no tener fin y que es un eterno juicio", manifestó en la presentación remota de su nuevo filme, The Electrical Life of Louis Wan, en el marco del Festival de Cine de Toronto (TIFF). El actor puso de ejemplo a las atletas Simone Biles y Naomi Osaka, quienes solicitaron entendimiento a su requisición de velar por su salud mental cuando declinaron participar en campeonatos de gimnasia artística y tenis, respectivamente.
"Todo lo que vi en los últimos meses sobre atletas hablando de salud mental me parece muy relevante, totalmente pertinente en estos momentos. Vi un nivel de poca empatía en comentarios en redes sociales que me horrorizaron. "Les daría un gran aplauso a ellas por el simple hecho de que tuvieron la fortaleza para hablarlo, para aceptar que no podían competir, ¡qué fascinante! Las nuevas generaciones nos están enseñando a ser firmes con nuestras ideas, a no tolerar el abuso, a aceptarnos como humanos y a reconocer que podemos flaquear", aseveró Cumberbatch.
En este último cuatrimestre del 2021, el astro internacional dará a conocer el filme mencionado, así como el aplaudido The War of the Dog, con dirección de Jane Campion, y Spider-Man: Sin Camino a Casa, de Jon Watts. Casado con la directora teatral y de ópera Sophie Hunter, el nominado al Óscar por El Código Enigma se dedicó, durante la pandemia, a convivir aún más con sus hijos Christopher Carlton, Hal Auden y Finn, y con sus padres, los actores Timothy Carlton y Wanda Ventham.
"Creo que miles de personas hemos hablado de las posibilidades que nos dio el encierro, tanto de convivir con nuestros seres queridos como de meditar sobre lo que sucedió y buscar una interioridad más justa. "Cuando vi a mi papá, le mostré una de estas películas (The Electrical) y quedó impresionado por este sistema privado de mostrar ciertas copias antes de entrar en el cine. A mis hijos les toqué el banjo como antes no lo había hecho. Creo que ahora están muy contentos de que no les esté tocando semejante instrumento y esté acá, promoviendo la película", bromeó. Hasta hoy, dijo el actor, su misión es continuar considerando papeles que no se repitan a los que ha hecho, que los saquen de su zona de confort y que le sorprendan por la propuesta interpretativa que le requieran.