JOHANNESBURGO
Ya se han vertido más de 1.000 toneladas de combustible en la costa este de Mauricio, contaminando sus arrecifes de coral, lagunas protegidas y litoral.
Fuertes vientos y olas azotaban el buque MV Wakashio, que mostraba señales de partirse y verter el combustible restante en las aguas que rodean a la nación insular. El carguero encalló en un arrecife de corral hace dos semanas.
“Esperamos lo peor”, comentó Jean Hugues Gardenne, director de la Mauritian Wildlife Foundation.
“El barco está mostrando grietas realmente grandes. Creemos que se partirá en dos en cualquier momento, como máximo en dos días”, dijo Gardenne. “Todavía queda mucho combustible en el barco, así que el desastre podría ser mucho peor. Es importante retirar la mayor cantidad posible. Los helicópteros están sacando el combustible poco a poco, tonelada por tonelada”.
Expertos franceses arribaron desde la aledaña isla de Reunión y estaban colocando unas barreras para tratar de contener cualquier derrame nuevo, señaló Gardenne. Francia envió un barco de la marina, aviones militares y asesores técnicos luego de que Mauricio pidió ayuda internacional el viernes.
“Las barreras deberían estar colocadas dentro de unas horas, las cuales esperamos ayuden a proteger el litoral de más daños”, comentó. Las barreras reforzarán las vallas improvisadas que miles de voluntarios en Mauricio crearon de tubos de tela rellenos de paja y hojas de caña de azúcar.
“El peligro de que el barco se parta en dos crece a cada hora”, dijo el consultor ambientalista Sunil Dowarkasing, exmiembro del parlamento de Mauricio. “Las fisuras han llegado a la base del barco y aún hay mucho combustible en él. Hay dos navíos que se dirigen al lugar para bombear el combustible, pero es muy difícil”.