‘Ayuda a violencia no tener reforma’

Washington, D.C.Kevin de León es el parangón del sueño americano: hijo de una migrante que laboraba como trabajadora doméstica, fue el primero en su familia en graduarse de la preparatoria y ahora encabeza el Senado de la entidad más poblada de Estados Unidos -el primer latino en el puesto en más de un siglo-.No es el único en Estados Unidos con una historia así, recalca. Pero reconoce que muchos otros están lejos de poder disfrutar ese trato.Eso lo han evidenciado tanto la muerte del paisano Ernesto Canepa a manos de un policía californiano, en febrero, como el asesinato de una mujer en San Francisco por un paisano que había sido deportado, a principios de julio.“Creo que la falta de una reforma migratoria integral contribuye a esta cuestión de violencia. Hay inmigrantes que son victimarios y migrantes que son víctimas, legalizados e indocumentados”, señaló De León en entrevista durante una visita oficial al País.Explicó que lo sucedido en San Francisco es una tragedia, pero una que no debe utilizarse como pretexto para deportar a los migrantes.“Lo que quiero es que haya un clima donde los migrantes, particularmente los indocumentados, sí tengan la confianza de levantar el teléfono y llamarle a las autoridades para reportar si son testigos o víctimas de un crimen”, agregó.Para ello, ya ha trabajado para apoyar a los millones de sin papeles en el estado fronterizo: deshizo la ley 187 de California, que restringía el acceso a servicios públicos para indocumentados, y encabezó una legislación para que todos los migrantes su entidad pudieran tramitar una licencia de manejo.Desde que la ley fue emitida en 2013, cuando De León era asambleísta en vez de senador, 500 mil personas han tramitado el permiso para conducir.“Yo opino que es un derecho civil (...) Esta gente, que es nuestra gente, tiene que manejar sus coches para ir a trabajar, llevar a sus hijos a la escuela, o hasta ir al hospital.“Antes conducían con miedo a ser detenidos por ir en coche, o, en los peores casos, deportados por falta de residencia”, señaló el senador.Pero las medidas pro migrantes deben ir mucho más allá de California, por lo que urge la aprobación de una reforma migratoria.“El tema de la migración, de la reforma, no es un tema mexicano o asiático. Es un tema americano. Porque los Estados Unidos de América es un país fundado por migrantes y construido por migrantes”, aseveró.Como tal, también criticó a Donald Trump por sus dichos sobre los paisanos, a los que calificó de criminales en un discurso reciente.Para De León, tales declaraciones no son dignas del ámbito político y mucho menos de un candidato a la Presidencia, que debería buscar unir a los estadounidenses.“No quiere unir al pueblo, sino dividirlo, usando chivos expiatorios para sus fines políticos (...) Quizás es una ganancia a corto plazo, pero a largo plazo yo creo que será visto como un fracaso”, afirmó el senador, quien antes también daba clases para ayudar a mexicanos con los exámenes de naturalización para conseguir estatus legal.También apuntala los esfuerzos en California para combatir el calentamiento global.Seis ciudades de ese estado están entre las 10 con mayor contaminación de aire, además de que la entidad padece una sequía histórica que la ha forzado a racionar el agua.De León actualmente empuja una medida para paliar la situación. Prevé que, para 2030, el estado deberá generar 50 por ciento de su electricidad con energías renovables, reducir en 50 por ciento el uso de gasolina y que aumente en 50 por ciento la eficiencia energética de todos los edificios.“Es una apuesta, una política crucial. Ya hemos logrado reducir las emisiones de carbono, que es un paso gigantesco, pero la tasa de asma sigue siendo demasiado alta, y hay que hacer todo lo posible para contrarrestar el cambio climático”, indicó.Espera que tales propuestas -que, reconoce, son ambiciosas- podrían ser aplicadas en colaboración con México.“La idea es, en un futuro, establecer un lazo con México para que incluso pueda participar en el mercado californiano de bonos de carbono.“Yo creo que México, con el que compartimos tanto, es un lugar con el que podemos mover más en políticas públicas y proyectos concretos”, concluyó.