CANBERRA, Australia
La acusación ha arrojado una sombra sobre los 16 hombres en el gobierno de 22 ministros de Morrison, y alimenta las quejas de una cultura parlamentaria tóxica para las mujeres.
La acusación aparecía en una carta anónima enviada la semana pasada a la oficina del primer ministro y a tres legisladoras.
La carta contenía la declaración de una denunciante que detallaba la supuesta violación, fechada en 1988 en el estado de Nueva Gales del Sur.
La mujer, que no ha sido identificada públicamente, reportó la acusación a la policía antes de suicidarse en junio a los 49 años.
El ministro acusado “rechazó con firmeza y por completo las acusaciones”, dijo Morrison.
Morrison dijo haber enviado la misiva a la policía y comentado la acusación con el comisario federal de policía. Morrison dijo que no pretendía tomar más medidas.
“No podemos tener una situación en la que la mera presentación de una acusación, y que eso se publicite por los medios, sea base para que (...) los gobiernos destituyan a gente simplemente basándose en eso”, dijo Morrison a la prensa.
El código de Conducta Ministerial indicó que un “ministro debe dejar el cargo si se convierte en objeto de una investigación oficial sobre supuesta conducta ilegal o inapropiada”.
Algunos miembros del gobierno alegan que como la demandante ha muerto, su acusación ya no es objeto de una pesquisa policial porque es improbable obtener una condena.
La senadora Sarah Hanson-Young, miembro del minoritario Partido Verde y que recibió la carta anónima, dijo que el ministro debe dejar el cargo mientras se celebra una investigación independiente dirigida por un juez retirado.
Que el ministro se mantenga en el puesto, señaló, “erosiona la confianza, la integridad y la creencia de que este gobierno se tome en serio las agresiones sexuales”, añadió.
Michael Bradley, socio de la firma Marque Lawyers que defendió a la denunciante cuando acudió a la policía, dijo que la acusación no puede resolverse a través del sistema penal porque la mujer ha muerto. El ministro debería dejar el puesto mientras una investigación independiente revisa las pruebas, dijo Bradley.
“Su posición es claramente insostenible y debería hacerse a un lado o ser apartado hasta que este asunto pueda ser abordado y resuelto”, añadió el abogado.