Aumentan homicidios por 'El Ojos'

Desde que apareció el Cártel de Tláhuac proliferaron los homicidios dolosos en la demarcación.

Informes estadísticos de la Procuraduría General de Justicia capitalina (PGJ) señalan que desde 2012 a enero de 2017 hubo 175 asesinatos. Esta cifra colocó a la Delegación muy cerca de la Cuauhtémoc, que en el mismo periodo registró 222. Mientras la última tiene 531 mil habitantes, según el INEGI, Tláhuac cuenta con 350 mil y carece del flujo de visitantes de la primera, debido a su actividad comercial y cultural. Por eso las alertas se prendieron desde 2015, cuando autoridades federales incursionaron en investigaciones para detener a Felipe de Jesús Pérez Luna El Ojos. Acorde con las cifras, un agente federal, dos preventivos, uno del Estado de México y un ex comandante de la misma entidad fueron parte de esas ejecuciones. Asimismo, reportes de Inteligencia de la Policía capitalina resaltan que al Cártel de Tláhuac se le achacan 29 crímenes acreditados desde 2012. También desde ese año se contabilizaron ocho secuestros en la zona y dos desapariciones que hasta ahora no han sido resueltas. Uno de esos casos es el de Josué Rodrigo Trejo Mosqueda, de 15 años de edad. El joven fue raptado en julio de 2016, cuando daba servicio de mototaxi en un carrito de golf, consta en el expediente DGAVD/CAPE/UI-1S/D/139/07-2016. Lo que vinculó la desaparición de Josué con el Cártel de Tláhuac es el hallazgo de un predio en la carretera Tláhuac-Tulyehualco, el 3 de agosto de ese año, donde estaba el carrito de golf en el que fue visto por última vez. También había otros mototaxis pertenecientes a Nicolás Martínez Luna y Aldo Isaac Gutiérrez, ejecutados el 6 de junio y el 1 de agosto del año pasado. Estaba asimismo el vehículo de Ismael, otro chofer que, como Josué, sigue sin aparecer. Para la familia del adolescente, su búsqueda ha sido un círculo agobiante en el que dan vueltas. Durante este tiempo se enteraron que hay otros casos como el suyo. Hay muchos otros casos, estamos molestos por la actitud de las autoridades que no dan atención a lo que está sucediendo aquí en Tláhuac; nosotros no sabemos nada de Josué y de alguna manera nos sentimos, pese a todo, con la esperanza de encontrarlo, no sabemos cuándo. Pasan cosas extrañas, como que las cámaras no sirven, se tardan en investigar y a ocho meses no se ha sabido nada, es una desesperación, manifestó Lucio Mosqueda, tío del ausente.