Asumen en Pemex más riesgos: S&P

Cuestiona Global Ratings el plan de negocios de la petrolera

Ciudad de México.

Petróleos Mexicanos está dando una "vuelta en U" al adoptar una estrategia que aumenta su exposición a los riesgos inherentes de la industria y también asume importantes riesgos operativos, advirtió S&P Global Ratings sobre el plan de negocios de la petrolera presentado la semana pasada.

En un reporte divulgado ayer, la calificadora expuso que el plan tiene un mayor enfoque sobre resultados de corto plazo y genera dudas sobre la sostenibilidad de largo plazo.

Sostuvo que la falta de continuidad de la política energética en México ha sido una constante desde hace varias décadas y que ésta es posiblemente el principal factor que ha impedido un avance sustancial de la industria petrolera en México en los últimos 20 años.

"Pensamos que la falta de continuidad en la política energética del País se vuelve a hacer evidente".

Añadió que el plan de negocios se basa en una serie de supuestos optimistas que dejan poco margen de maniobra.

"Para el negocio de exportación de crudo, el plan asume un precio por barril por encima de 55 dólares para los siguientes 10 años.

"Este supuesto es muy sensible a varios factores externos, incluyendo la desaceleración del crecimiento global, un entorno político impredecible en las principales economías del mundo y regulaciones ambientales más estrictas".

Agregó que en el plan se estima que los recursos propios de Pemex aumentarán anualmente a un ritmo de doble dígito y la empresa asume que alcanzará la producción de 2.7 millones de barriles diarios al cierre del 2024.

"Pequeñas desviaciones en los tiempos de ejecución del plan o en la magnitud de la producción incremental afectarán de manera inmediata la generación de flujo de efectivo de Pemex".

Bajo este plan, consideró, la política energética de México se revierte, pues Pemex retoma un rol cuasi-monopólico en el segmento de exploración y producción.

Sostuvo que la decisión del Gobierno de diferir y limitar la participación del sector privado en el sector energético subestima el valor que otros participantes pueden aportar en términos de experiencia, tecnologías, capacidad de gestión y capital financiero para acelerar inversiones.