Aún con la saturación que enfrentan las casas de atención a migrantes y servicios en la ciudad de Reynosa, continúa el arribo de caravanas provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador con la expectativa de cruzar a Estados Unidos.
Hace 10 días, Yolanda acompañada de un grupo de ocho personas con las que partió de Honduras llegaron a Reynosa, después de un intento fallido para entrar al extranjero, pero ante la falta de un lugar gratuito para seguir con su proceso, optó por llegar a la Plaza de la República, en donde una comunidad de más de 200 personas en su situación permanece.
“Salí por cuestiones de inseguridad, a mi me tienen amenazada, yo fui golpeada, me robaron mis pertenencias, no tuve otra opción más que salir, cruce pero me deportaron y aquí estoy esperando encontrarme con mi hija que está allá”.
En su grupo se encuentran madres que decidieron llevar en este viaje a sus hijos menores de edad, así como padres que abandonaron a su familia en Honduras para buscar “una mejor calidad de vida”.
“Lo único que queremos es encontrar un lugar para desarrollarnos, ser personas productivas, las autoridades solo han cumplido con deportarnos, dejarnos aquí a la deriva, pero no perdemos la esperanza, de ingresar, yo en mi caso tengo a mi familia que me espera“, declaró Gonzalo, migrante hondureño.
El gobernador de Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca emitió ante el arribo de nuevos migrantes a Reynosa, un llamado al gobierno federal, con el fin de que su ingreso se frene desde la frontera de Chiapas con Guatemala.
Mientras tanto, hay cientos de historias y necesidades entre la comunidad migrante que se encuentra varada en sitios públicos, que deben alimentarse a raíz de donativos, asearse con agua de riego para jardines, y dormir, entre las bancas o infraestructura pública.