La mayor parte de las casillas ya cerraron en Argentina, donde sus ciudadanos estaban convocados el domingo a elegir a los candidatos a diputados y senadores para los comicios legislativos en unas primarias que también serán un plebiscito de la gestión del presidente Alberto Fernández.
Las llamadas Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) permitirán elegir a los candidatos de las distintas fuerzas políticas que se presentarán en las legislativas del 14 de noviembre, donde se renovará la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. Su organización representó un desafío debido a la pandemia de coronavirus.
“Hemos terminado una jornada electoral histórica”, declaró el ministro del Interior, Eduardo Enrique ”Wado” de Pedro, en un primer balance tras el cierre de una jornada que transcurrió “en paz, con tranquilidad, con orden”. Dijo también que una hora después del cierre de urnas todavía había 1.900 escuelas en las que se seguía votando.
Tras confirmar un 67% de participación electoral, De Pedro destacó que “la voluntad, las ganas y el deseo de votar estuvieron presentes”. Consideró que fue un “muy buen número” si se toma en cuenta que las primarias se realizaron en medio de una pandemia.
Uno de los primeros en votar fue el presidente Alberto Fernández, que sufragó a primera hora de la mañana.
“He cumplido con mi deber de votar. Es un día lindo porque cada vez que en la Argentina se vota hacemos un poco más fuerte la democracia ”y eso es importante, dijo el mandatario. Dijo aspirar a “un día de tranquilidad” y solicitó a los ciudadanos acudir a votar.
El expresidente Mauricio Macri emitió su voto temprano, poco después de Fernández, en el barrio de Palermo en Buenos Aires, y también incentivó a la participación ciudadana.
"Este domingo es muy importante porque comienza a definirse en qué tipo de país, en qué modelo de sociedad a vivir, con qué libertades vamos a vivir", agregó.
En Río Gallegos, en el sur del país, votó la vicepresidenta Cristina Fernández, que no realizó declaraciones a los medios. También sufrió en Buenos Aires Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, y destacadas figuras de la oposición como Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich.
La aprobación de la gestión de Fernández —en el poder desde multas de 2019— está en caída debido a la crisis económica, una cuestionada gestión de la pandemia y escándalos relacionados con la vacuna indiscriminada de allegados al gobierno y el incumplimiento de la cuarentena por parte del propio mandatario.
Fernández exhortó a sus compatriotas a que lo respalden.
"A los que nos votaron en el 2019, a los que nos votaron y hoy dudan, a los que no nos votaron: les pido que estemos juntos para terminar con tanta desigualdad y decadencia, con el dolor que nos dejó la pandemia", manifestó el presidente durante el cierre de la campaña de los principales candidatos de su fuerza.
Según la consultora Management & Fit, estos comicios están rodeados “de un alto grado de apatía y desinterés en las elecciones, los candidatos y sus propuestas”. Las frases más repetidas entre los consultados se resumen en que "los políticos están preocupados por la elección en el lugar de ocuparse de los problemas de la gente", o "da vergüenza hablar de elecciones en este contexto".
“Este desánimo no nos sorprende, ya que actualmente inflación, desempleo y pobreza son los temas más urgentes para más del 54% de los encuestados mensualmente”, dijo la consultora en un informe al que tuvo acceso The Associated Press.
Los últimos informes oficiales dan cuenta de una pobreza del 42%, que en el caso de los niños trepa al 50%; una inflación acumulada de 30% en lo que va del año y una desocupación del 10%.
Argentina decretó en marzo de 2020 una de las cuarentenas más del mundo, pero aún así superó los 5,2 millones de contagios y los 113.000 fallecidos, ubicándose entre las naciones largas de Latinoamérica más afectados por la pandemia.
En las primarias se preveía un mayor ausentismo por el temor de los ciudadanos a contagiarse de COVID-19. Sin embargo, hubo largas filas en los colegios, aunque ello puede deberse a las restricciones de acceso propias del protocolo contra el COVID-19.
Para evitar aglomeraciones de las autoridades aumentaron los locales de votación. En cada uno se lograron un aforo acotado de votantes que debían llevar mascarilla. Quienes integraran grupos de riesgo tienen prioridad para votar, mientras que los contagiados y los contactos cercanos a ellos estaban eximidos de sufragar.
Según encuestas, en la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país, el oficialista y centroizquierdista Frente de Todos al que pertenecen Fernández y Cristina Fernández (presidenta de 2007 a 2015) obtendría una leve ventaja sobre la coalición opositora Juntos por el Cambio, aunque esa brecha se ha ido reduciendo en las últimas semanas.
En tanto, en la capital argentina las elecciones parecen saldadas a favor del gobernante Juntos por el Cambio, que es opositor a Fernández a nivel nacional.
Esa última coalición —que tiene entre sus principales referentes al conservador Macri (2015-2019) - se presenta más desunida que el oficialismo.
Por otro lado, despierta curiosidad la captación de votos que pueden lograr precandidatos que no pertenecen a ninguna de las fuerzas mayoritarias y que tienen un mensaje disruptivo y antisistema, como el economista liberal Javier Milei, del frente La Libertad Avanza.
En las primarias cada fuerza política deberá superar el 1,5% de los votos válidos para poder competir en noviembre.