Antes de dejar la gubernatura de BC, Bonilla crea seis notarías para sus allegados

Al asumir la gubernatura, Jaime Bonilla acusó a su antecesor, el panista Francisco Vega de Lamadrid, de entregar a sus amigos y colaboradores las notarías de Baja California, durante sus últimos días en el cargo

La línea que une al gobernador Jaime Bonilla y a su sucesora, Marina del Pilar Ávila Olmedo, es el cuñado de ésta, Luis Torres Torres, cercano a Ulises Ramírez Loya, una de las seis personas que recibieron notarías de manos del aún mandatario estatal.

A la vieja usanza de priistas y panistas, el primer gobernador de Morena en concluir su encargo cierra su administración concediendo y creando nuevas notarías, algunas de ellas para sus amigos. 

Por ejemplo, para Ulises Ramírez Loya, importador de autos, quien el mes pasado acompañó al gobernador a su encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador, se creó la notaría número 45 en Tijuana y se le autorizó la patente.

Ramírez Loya --el único que no es funcionario-- aparece con Bonilla y el presidente de México en una fotografía que el mismo gobernador distribuyó. Quince días después de la visita, López Obrador anunció un programa de regulación de los llamados autos chocolate.

Durante el sexenio del panista Felipe Calderón Hinojosa, Ramírez Loya obtuvo amparos para traer autos chocolate desde Estados Unidos; las facilidades administrativas se las otorgaba el entonces administrador de la aduana de Mexicali, Luis Torres Torres, hermano del esposo de Marina del Pilar Ávila Olmedo, quien asumirá la gubernatura el próximo 1 de noviembre.