LOSAIL, Qatar
El piloto de Mercedes y Max Verstappen se clasificaron primero y segundo, respectivamente, para el primer Gran Premio de Qatar, dando lugar a una confrontación entre los dos primeros del campeonato desde el inicio mismo de la carrera del domingo. Parece que, cuando se trata de pelear por el Campeonato de Pilotos y el de Constructores de la Fórmula Uno, los buenos modales salen sobrando.
El deseo de poder mantiene ardiendo la rivalidad entre Red Bull y Mercedes en la recta final de la temporada y ambas escuderías están inmersas en pelear tanto en la pista como fuera de ella para superar a su rival.
De 2014 a 2020, período en el que se adoptó la tecnología híbrida, las “Flechas Plateadas” dominaron a su antojo el Gran Circo con uno de los mejores monoplazas en la parrilla y el talento del británico Lewis Hamilton.
Para Red Bull la espera ha sido larga después de los cuatro títulos del alemán Sebastian Vettel (2010, 2011, 2012 y 2013). En 2021, apostaron todo para darle un auto competitivo al neerlandés Max Verstappen y un fiel compañero, escogiendo al mexicano Sergio Pérez sobre los pilotos de su academia.
La lucha no ha sido del todo limpia. Silverstone, Hungría, Monza y recientemente Brasil, fueron circuitos donde se puso en juego la credibilidad por las decisiones de los comisarios de la FIA, y las protestas por los alerones traseros y los motores han aumentado la tensión en la oficina técnica.
Hace unas semanas, Red Bull parecía tener el control con demostraciones sin precedentes de sus dos volantes y sus potentes RB16B, pero, para defender el honor, Mercedes supo levantarse con ayuda del siete veces campeón Hamilton y de un Valtteri Bottas que sí ha aparecido en momentos importantes.
Un golpe en Doha con la pole position de Hamilton, y dos carreras restantes sólo significan una cosa: ambas escuderías harán lo que esté a su alcance para alcanzar la gloria.