WASHINGTON, EU.- El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, confirmó que en el encuentro entre Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador no se habló del muro fronterizo pero que, en cambio, sí se tocaron temas que "preocupan a ambos países" como migración, aunque fue en "términos muy generales".
En una llamada con un grupo reducido de periodistas, entre ellos EL UNIVERSAL, Landau explicó que hubo un reconocimiento a los retos compartidos en el tema migratorio, y que el presidente López Obrador "expresó su preocupación sobre estos temas".
"Es importante que ambos países podamos identificar a nuestras preocupaciones, y eso son obviamente temas sobre la agenda común", agregó.
Landau no quiso ir al detalle sobre hasta dónde se habló en temas de interés común como migración o seguridad. "Los temas de migración y seguridad se tocaron, pero realmente todo dentro de un marco de celebrar la entrada en vigor del nuevo tratado y enfocar en las oportunidades que tenemos ahora que son más importantes que nunca en el contexto de la pandemia",refirió.
Presionado por el asunto de la migración, el embajador se limitó a comentar que los presidentes "están más bien hablando de su visión a nivel más general y la conversación no entró a todos los detalles", si bien hubo acuerdo que "hay que tratar a los migrantes con dignidad".
Según Landau, los presidentes mantuvieron una "conversación muy animada de una variedad de temas", centrada particularmente en la crisis de salud pública provocada por el coronavirus e intercambiando cómo cada país está respondiendo a la pandemia, y el tema de la reapertura económica, el T-MEC y las estrategias para "atraer inversión y relocalización de inversiones" a ambos lados de la frontera.
Las reuniones se habrían realizado en un "ambiente relajado y muy amistoso" que demostraron la "muy buena conexión" entre ellos y que, en opinión de Landau, deja un "sendero muy bien marcado para avanzar en la prosperidad y seguridad de ambos países".
Para Landau, el encuentro del miércoles fue un "hito" en las relaciones binacionales, especialmente por la necesidad de que ambos presidentes se conocieran personalmente y corroboraran su buena relación.
"Es muy difícil tener una relación con alguien que no has conocido", dijo, tras corroborar su teoría de que los dos líderes, a pesar de sus diferencias, iban a llevarse bien.
"Yo ya me lo esperaba y lo había comentado con ambos: ambos tienen similitudes, ambos venían de fuera del 'establishment' político en sus países, y realmente ambos quieren hablar por las voces que de acuerdo a ellos se habían ignorado durante muchos años y tratar temas que no se habían tratado por muchos años", aseguró. "Francamente sabía que se iban a llevar muy bien, y eso vimos que así fue", resolvió.
Landau insistió en la sintonía entre líderes y países, confiado en la "buena fe" para seguir cooperando en asuntos de interés binacional y regional. "Somos como familia y las familias obviamente tienen sus desacuerdos de vez en cuando", comparó. "Es natural, pero es importante acordarnos de que en el contexto mundial, la geografía, la historia, la cultura, todo nos ha puesto en el mismo equipo", resumió.
En otro aspecto, Landau reafirmó que el pasado lunes respondieron a la nota diplomática sobre Rápido y Furioso, y detalló que lo que hizo la contraparte estadounidense fue simplemente entregar todos los documentos que México había solicitado.