Madrid, España
Su cuenta de Twitter es un arma de atención masiva. Las cabezas digitales esperan impacientes cada nueva publicación conocedoras del ansia de los lectores por aplaudir o censurar el contenido. Su capacidad para irrumpir en la opinión pública sería digna de un político de primer nivel, por supuesto mucho mayor que la de cualquier intérprete más o menos célebre de Hollywood.
Pero Alyssa Milano hace tiempo que dejó de ser sólo una actriz.
Quien conquistara la televisión internacional de finales de los 90 gracias a la serie “Embrujadas”, ha hecho del activismo hiperactivo su forma de vida.
Con un tuit consiguió prender la mecha para que el movimiento #MeToo originara uno de los mayores incendios jamás conocidos dentro y fuera de la industria de Hollywood. Ella ha sido también la que ha puesto al servicio de la causa tres décadas de carrera que hoy no parecen contar con el suficiente músculo como para contrarrestar una sobreexposición mediática de difícil conciliación.
ANTE EL PEOR MOMENTO PROFESIONAL
La franqueza con la que Milano abordaba en la revista People las secuelas de un activismo casi temerario delata la convicción de su compromiso social. El título de su podcast “Sorry not Sorry” (“Lo siento por no Sentirlo”) y el vehemente objetivo del mismo: “tender puentes ideológicos en una nación dividida”, así lo corroboran.
Consecuencia directa o no de su acción política, lo cierto es que la intérprete pasa por uno de los peores momentos profesionales desde que se pusiera por primera vez delante del público. Hay que remontarse hasta 2014 para encontrar su último rol protagonista en una ficción de éxito, el drama “Infieles”.
Su currículo se limita desde entonces a un puñado de papeles secundarios en telefilmes con aspiración a catálogo de sobremesa y series de escaso atractivo. Su próximo estreno será la segunda temporada de “Insaciable”, que ya es considerada por la crítica como “la peor serie original de Netflix”.
LEJOS DE SUS AÑOS DORADOS
Milano es erigida en un sexsymbol gracias a su trabajo en series como “Melrose Place” y “Embrujadas”. En la serie dio vida a Phoebe, la más extrovertida de las hermanas Halliwell. Tras el final, la actriz se casó con su actual marido, Dave Bugliari, representante de la agencia CAA y padre de sus dos hijos. Este es el segundo matrimonio de Alyssa, que en 1999 había pasado por el altar con el cantante de rock Cinjun Tate y cuya unión no superó el año de vida.
ALZA LA VOZ
Milano ha hecho gala de su solidaridad desde que tuvo un nombre en Hollywood, pero ha sido su tenaz defensa de los derechos de las mujeres la que la ha convertido en un ícono feminista.
Enemiga acérrima de Donald Trump, fue la primera celebridad que difundió la etiqueta #MeToo para acompañar las confesiones de acoso sexual que inundaron Internet en 2017. Su último gran titular lo protagonizó en mayo, al impulsar una huelga de protesta contra leyes que restringen el aborto en diferentes Estados de Estados Unidos.