Cd. de México
En los últimos 20 años, indica, se ha registrado un proceso de crecimiento de la mancha urbana acompañado de la pérdida de densidad poblacional, de forma más acusada en ciudades intermedias y en las localidades rurales de las zonas metropolitanas.
"A nivel global, en los últimos 40 años la superficie construida de las ciudades ha crecido 2.5 veces, mientras que la población sólo ha crecido 1.8 veces", apunta. Y las periferias urbanas, señala, se han convertido en espacios de segregación socioespacial, con escasas oportunidades de empleo formal y con un acceso deficiente a equipamiento básico. Se ha generado además, plantea, un alto costo para los hogares en materia de desplazamiento e incrementos en las emisiones de contaminantes atmosféricos. Publicado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés), el informe El Costo de la Expansión Urbana en México prevé que, de continuar la tendencia actual en materia de disponibilidad presupuestal municipal y crecimiento habitacional, para 2050 cuatro ciudades -Culiacán, Reynosa, Tijuana y Tuxtla Gutiérrez- reducirían el gasto por vivienda para la provisión de servicios públicos.
"Para mantener el nivel actual de servicio en esas cuatro ciudades se debería incrementar el gasto municipal entre 48 y 244 por ciento", estima. La acción pública para revertir el actual modelo de expansión urbana, advierte el reporte, se encuentra limitado por las insuficientes capacidades institucionales de muchos gobiernos locales, los bajos recursos propios y las asimetrías en la negociación entre actores públicos y privados, entre otros aspectos.
"Las ciudades se enfrentan a un doble desafío: cómo distribuir el empleo y el equipamiento en el territorio para mejorar el acceso de la población más vulnerable y cómo desarrollar ciudades integradas que favorezcan la convivencia de toda la población. Es decir, favorecer la conexión, los usos mixtos y la proximidad como ejes para el desarrollo urbano", apunta. La CTU subraya que no existe una solución única para garantizar la viabilidad social y financiera del crecimiento urbano.
La mejor localización de viviendas, señala, reduce los costos de desplazamiento, pero la estructura urbana de cada ciudad condiciona el impacto de la medida. En tanto, agrega, la densificación, aislada de la localización, no reduce siempre el costo total de las ciudades, por lo que hay que analizar el parque habitacional para diseñar políticas urbanas a medida. "Las estrategias de localización y de densificación se tienen que implementar combinadas, tras un análisis riguroso de la estructura urbana que permita diseñar un conjunto de políticas urbanas específicas para cada ciudad, y que asegure la sostenibilidad financiera para sostener las políticas en el tiempo", recomienda.