Según James Spears, tutor de Britney Spears, él no es el villano de la historia, sino que debería ser elogiado por la manera en que ha manejado los problemas de la cantante.
James, quien desde 2008 controla las finanzas de su hija, llenó a inicios de mes un expediente en la Corte del Condado de Los Ángeles donde subraya que ha sido el salvador de Britney, aún a costa de su propia reputación.
“Si el público supiera todos los hechos sobre la vida personal de la señorita Spears, no sólo los momentos altos sino también los bajos, todas las adicciones y problemas de salud mental con los que ha batallado, y todos los retos de la tutela, elogiarían al señor Spears por su trabajo, no lo vilipendiarían.
NO HABRA REDENCIÓN
“Pero el público no conoce los hechos, y no tiene derecho a saberlos, así que no habrá redención pública para el señor Spears”, se lee el documento presentado por la abogada Vivien Thoreen, en representación de Jamie, citó el Daily Mail.
La intérprete de “Scream & Shout”, de 39 años, solicitó ante un juez a finales de julio que su padre fuera removido de su función de tutor.
Hace una semana, trascendió que James había aceptado dejar su cargo si se daba una transición ordenada.
Sin embargo, analistas en medios estadounidenses leyeron entre líneas de esa presentación judiciales y opinaron que, en realidad, lo que planteaba era una objeción a que se le quitara la tutela.
“No hay duda de que el tutelaje ha salvado a la señorita Spears del desastre, la apoyó cuando más lo necesitó, la protegió a ella y a su reputación de daños, y facilitó la restauración de su carrera”, dice el texto.
El 29 de septiembre se realizará una nueva audiencia del caso.