CIUDAD DE MÉXICO.- De apoyar de nuevo el programa "Quédate en México", con el que son enviados al País las personas que piden refugio en Estados Unidos, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador estaría condenando a los migrantes a secuestros, extorsiones e incluso asesinatos, como ya ha ocurrido en el pasado, advirtieron organizaciones civiles.
Por separado, Asylum Access y Sin Fronteras consideraron que México está en condiciones de rechazar colaborar con el programa estadounidense, llamado oficialmente Protocolo de Protección a Migrantes (MPP, por sus siglas en inglés).
"Lo que el juez de distrito de Texas dijo es que el Gobierno de Biden tiene que hacer esfuerzos en buena fe para reiniciar el MPP, pero eso depende en 100 por ciento de la cooperación del Estado mexicano", aseguró Daniel Berlín, vocero de Asylum Access México.
"El Gobierno actual de México tiene todo el poder para decir que no va a cooperar con el programa, si el Gobierno decide apoyar yo creo que vamos a ver los mismos problemas que habíamos visto en el pasado, que es exponer a muchas personas a violencia por crimen organizado".
Aunque el Gobierno mexicano siempre dijo que programa MPP, instaurado por la Administración de Donald Trump, era una decisión unilateral, Berlín aseguró que nunca ha sido programa unilateral, pues era evidente la coordinación entre el Instituto Nacional de México (INM) y la Patrulla Fronteriza.
"Ahora el Gobierno de Biden no está amenazando con aranceles, dice que la posición de su Administración es que el MPP es una violación de derechos humanos y no quieren reimplementarlo", planteó.
En tanto, Ana Saiz, directora de Sin Fronteras, recordó que la política MPP viola el principio de no devolución de personas que puedan correr riesgo en sus países de origen.
"La corte de Texas deja un hueco, porque México siempre ha hablado de una decisión unilateral de la Administración Trump, y aquí se trata de un acuerdo binacional, porque para que salga la gente de MPP tiene que haber una anuencia del Gobierno mexicano para la recepción", reiteró.
"El efecto de antes era que la gente estaba esperando en el norte del País y eran víctimas del crimen organizado, se documentaron muchas víctimas de secuestros y otros tipos de riesgos".