McAllen, Tx.
El congresista Henry Cuéllar expresó su preocupación por el aumento del flujo de migrantes en medio de la pandemia de Covid-19.
El jueves, representante demócrata por el distrito 28 de Texas publicó los datos de aprehensión que se están llevando a cabo actualmente en la Patrulla Fronteriza en el sector del Valle del Río Grande.
Aproximadamente 10 mil migrantes han sido detenidos en los últimos siete días y, aproximadamente 2 mil 500 migrantes han sido detenidos en los últimos dos días por agentes del CBP.
“Estamos a semanas, tal vez incluso días, de una crisis en la frontera sur. La inacción simplemente no es una opción”, advierte el congresista Cuéllar. “Nuestro país no está preparado para manejar un aumento de migrantes en medio de la pandemia”.
“Los migrantes están cruzando ilegalmente, lo que podría exponer a las comunidades fronterizas al coronavirus y ponernos en riesgo”.
En este momento, de acuerdo al congresista, la Patrulla Fronteriza no está examinando a ninguno de los migrantes para detectar Cvodi-19.
Cuéllar instó a la administración de Biden a que escuche y trabaje con las comunidades de la frontera sur que están lidiando con el aumento de migrantes.
AVALANCHA... DE NIÑOS
El número de menores migrantes no acompañados arrestados por cruzar ilegalmente la frontera sur de EU podría aumentar más de 50 por ciento durante el mes de febrero respecto al anterior.
El Gobierno estadounidense proyecta que unos 9 mil niños estarán detenidos para finales de febrero, cifra que estaría cerca de romper el récord de mayo de 2019, cuando 11 mil menores migrantes fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.
Alrededor de 2 mil 200 niños han cruzado la frontera sin documentos y sin la compañía de un adulto cada semana este mes. La mayoría de ellos está en edad adolescente, pero también hay algunos de 6 años.
La Administración del Presidente Joe Biden podría enfrentar una repetición de las crisis fronterizas humanitarias de 2014 y 2019, cuando olas de familias migrantes y menores no acompañados abrumaron las instalaciones federales.
La semana pasada, algunos centros estaban llenos a 93 por ciento.
Ante esta situación, el Gobierno reabrió un albergue en Carrizo Springs, Texas, e informó que se contempla hacer lo mismo con una polémica instalación en Homestead, Florida, lo que desató críticas de activistas y congresistas demócratas.
“Estamos viendo niños arriba y abajo. En el sur de Texas, estamos rebasados”, dijo un funcionario del Departamento de Seguridad Interna que habló bajo condición de anonimato.
La llegada de un gran número de menores no acompañados agrava una situación difícil que ya se está gestando, con familias migrantes y adultos que viajan solos que arriban a la frontera en números cada vez mayores.