El acuario estatal de Texas anuncia la adición de nuevos y singulares miembros a sus instalaciones para disfrute de los visitantes.
Como parte del programa de supervivencia de especies de ocelotes, dos hembras llamadas Milla y Leeloo, provenientes del Bioparque ABQ de Albuquerque llegaron en marzo y desde entonces se han estado aclimatando a las nuevas instalaciones, el acuario espera que las personas puedan poder verlas en este verano.
El ocelote (Leopardus pardalis) está clasificado como una especie en peligro de extinción por del Servicio de pesca y vida silvestre de los Estados Unidos.
Esta especie es una de las más elusivas y solitarias de Norteamérica, lo que hace muy difícil su rastreo y estudio, sin embargo los conservadores estiman que en el país sólo quedan entre 50 y 80 animales en su ambiente natural.
En el Valle del sur de Texas, su población se ha ido empujando a dos pequeñas áreas lo que ha creado sistemas genéticos asilados.
La población sobreviviente de los ocelotes viven en grandes ranchos privados en pastizales del Valle del río grande y conforme se sigue decimando el número, también lo hace la diversidad genética necesaria para mantener una población saludable en su ambiente natural.
Las hembras del acuario participarán en el programa de conservación que se trabaja de manera conjunta con otros miembros de la Asociación de zoológicos y acuarios de los Estados Unidos.
Jesse Gilbert, director del acuario, dijo que la institución no sólo cuida de especies marinas, sino que trata de conservar y rescatar a toda la fauna del estado.
“Uno de los principales papeles del acuario es educar a nuestros visitantes acerca del ecosistema de pastizales y los esfuerzos por conservar a los ocelotes en su hábitat, el principal problema de estos es la destrucción de su hábitat, mientras más zonas urbanas creamos, más destruimos su hábitat”.