Adiós a Meme

En un santiamén se esparció la noticia dada ayer en la mañana por Mónica Garza en su noticiario, de la muerte, en las primeras horas del sábado, de Manuel Garza González, uno de los políticos de Reynosa más importantes a nivel nacional. Se va dejando un legado que resulta difícil de igualar. La política fue su vocación indudable; así se manifestó desde temprana edad, siempre estuvo rodeado de amigos

Su entrega a la política como servicio al pueblo, quedó de manifiesto cuando, como presidente municipal, canceló la donación de un terreno para fines confesionales y lo destinó a construir una escuela secundaria por la que han pasado miles de jovencitos para formarse intelectualmente y ser útiles a sí mismos y a los demás. Eso lo distanció de una parte de su familia; pero, lo colocó entre los alcaldes más reconocidos de esta frontera.

Durante la última entrevista que le hizo el periodista Fortino Cisneros Calzada en el rancho El Ojito de Agua, cuando apenas asomaban los rayos del sol, expresó: “Gobernar es la más alta responsabilidad a que se puede aspirar; para ello, hay que prepararse en muchos terrenos, en muchos campos, en muchas disciplinas y la primera es la disciplina de las disciplinas: Entender que no se manda uno solo, que uno es sólo es el receptáculo de las corrientes, demandas e intereses que representan a nuestra sociedad y que se debe de intentar resolverlos con acciones de gobierno que sean justas y legales, lo cual es complicadísimo, porque muchas veces la legalidad no es justicia y otras la justicia, en sí, pudiera no ser legal. De Fox, no debía extrañar nada, ya lo advertía hace tiempo, que el señor no tenía ninguna preparación y que nos aprestáramos para malos tiempos. La falta de formación es la que permite que crean que el pueblo es ignorante, y el pueblo es sabio, percibe la realidad porque la vive, la sufre”.

Meme nació en Reynosa, Tamps., el 25 de agosto de 1933. En su carrera política fue diputado local en el Congreso de Tamaulipas de 1968 a 1971, alcalde de 1972 a 1974, subsecretario de la Reforma Agraria entre 1976 y 1979, diputado federal de 1991 a 1994 y de 2000 a 2003. 

En el PRI hizo una larga carrera local y estatal; llegó a ser secretario adjunto de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional priísta e integrante de la Coordinación Nacional de campaña en las elecciones presidenciales. Dijo: “El PRI, aún en los tiempos del presidencialismo autoritario, buscaba tener sustento social y sólo unos cuantos diputados eran propuestos desde Los Pinos, la mayoría era de extracción popular, para que la gente fuera a votar. Nada sostiene a un gobierno más que el sustento social: el pueblo tiene que apoyar a su gobierno. Si no se da ese respaldo, el gobierno no tiene autoridad, está solo, carece de base. Pero éstos creen que la sangre azul puede sustituir a los liderazgos sociales y eso nos ha llevado a tener una nación caótica”.

Antes de que Televisa pusiera a un presidente de la República, Meme lo anticipó: “Anteriormente, se buscaba impedir que el poder político cayera en manos del poder económico; ahora, yo lo dije algunas veces, el poder político ha caído en manos de los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión. Falta comunicación de los hombres del gobierno con la voluntad popular, máxime cuando los partidos cayeron en el juego de buscar candidatos ganadores de elecciones porque así lo señalaban las encuestas y, sin más apuntalamiento que la percepción de un hombre que llegara a ser muy conocido, independientemente de por qué o qué se le conociera, y se llenaron las cámaras de representantes populares que no representan al pueblo”. 

En aquella ocasión, don Manuel hizo hincapié en que se había jubilado, que agradecía el interés de algunos amigos por conocer sus puntos de vista; sin embargo, quien estuvo en un tris de ser gobernador de Tamaulipas y es reconocido como uno de los políticos más preparados y habilidosos, tenía mucho que decir en aquellos días, cuando la política se había convertido en politiquería y dominaban los intereses de una clase elitista, sobre el interés popular.

Al poco tiempo se retiró de la vida pública para pasar sus últimos años en su residencia de Valle de Bravo, hasta donde iban a visitarlo sus familiares y amigos, siempre en el entendido de no hablar de política, cosa que no siempre se cumplía.

Meme estuvo casado dos veces, primero con María Teresa González Nassar; de ese matrimonio nacieron Manuel, Marytere y Mónica Garza; después, se casó con Luz María Ascencio y ahí nació Manuela Garza Ascencio.

Como político, vio que: “Nosotros tenemos tres poderes que nos gobiernan. El judicial determina la legalidad de las acciones o la ilegalidad y las sanciones que correspondan; el legislativo es el que hace las leyes, los ordenamientos y cuando éste no representa el poder popular, cuando es ajeno y lejano, es muy malo; no digo que absolutamente, porque si hay verdaderos representantes populares; pero, son voces en el desierto, flores que no hacen ramo. Entonces, son los intereses del capitalismo los que empezaron a ser representados. En un momento dije que nos gobernaban los medios; pero, los medios representan al capital y el gran capital es el que gobierna. Y el gran capital ni siquiera es nacional; entonces, estamos en un grave problema porque nos gobiernan intereses extranjeros, de la manera más finita, más sutil. Se nos metieron por la puerta de atrás y ahí están”.

Afortunadamente, Meme Garza González pudo vivir el tiempo suficiente para ver la recuperación de la política como el arte de servir. Ojalá y que los priístas de hoy pudieran recobrar su legado, tan luminoso como lo fue el de Luis