El Reino Unido se unió el domingo a Israel en afirmar que Irán perpetró un ataque mortal con dron contra un petrolero en el mar Arábigo cerca de Omán, lo que aumenta la presión a Teherán mientras niega su participación en el ataque.
Calificándolo de un “ataque ilegal y despiadado”, el secretario de exteriores británico Dominic Raab dijo que su país y sus aliados planeaban una respuesta coordinada al ataque de la noche del jueves contra el petrolero Mercer Street. Es el primer ataque con muertos del que se tiene noción tras años de agresiones al tráfico marítimo comercial en la región asociadas a las tensiones con Irán sobre su maltrecho acuerdo nuclear.
Aunque nadie se ha atribuido la responsabilidad del ataque, Irán y sus milicias aliadas han empleado drones “suicidas” en ataques anteriores.
Los comentarios del domingo en una reunión de gabinete del primer ministro israelí Naftali Bennett fueron más osados, cuando miró fijamente a la cámara y lentamente advirtió: “Sabemos cómo transmitir el mensaje a Irán a nuestra manera”.
El ataque del dron abrió un agujero en la parte superior del puente del petrolero, donde el capitán y la tripulación dirigen el buque, indicó un funcionario estadounidense que habló bajo condición de anonimato porque la investigación seguía en marcha.
En el ataque murieron dos miembros de la tripulación: uno británico y el otro de Rumania.