Un jurado investigador de Texas acusó a 19 policías de Austin por cargos de agresión con agravantes con un arma letal por sus acciones durante las protestas de 2020 contra la injusticia racial que se extendieron por todo Estados Unidos luego de la muerte de George Floyd a manos de la policía, según personas con conocimiento del asunto.
Varias personas hablaron con The Associated Press el jueves bajo condición de anonimato debido a que no estaban autorizadas para discutir el caso públicamente.
Se trata de una de las mayores acusaciones en contra de un solo departamento de policía de Estados Unidos respecto a las tácticas que utilizaron los agentes durante las protestas, métodos que llevaron a la renuncia o destitución de varios jefes de policía en todo el país.
La noticia sobre las acusaciones se produjo horas después de que las autoridades de Austin aprobaron pagos combinados por 10 millones de dólares para dos personas que fueron heridas por la policía, incluido un estudiante universitario que sufrió daño cerebral después de que un agente le disparó con una bala de goma.
En conjunto, los anuncios supusieron algunas de las mayores medidas que haya implementado la capital de Texas, una ciudad de mayoría liberal, en momentos en que persisten las críticas por su manejo de las protestas, que intensificaron la presión para la eventual salida del entonces jefe de policía Brian Manley.
LO CUESTIONAN POR NO AYUDAR A FLOYD
Un expolicía de Minneapolis acusado en relación con la muerte de George Floyd declaró que no actuó luego de que otro agente le sugiriera colocar a Floyd de costado cuando éste dejó de respirar, y que no le pidió al oficial Derek Chauvin que comprobara si tenía pulso en el cuello ni intentó apartar a Chauvin del cuello de Floyd.
J. Alexander Kueng es uno de los tres expolicías acusados ante la corte federal de violar los derechos constitucionales de Floyd cuando Chauvin presionó con su rodilla el cuello de Floyd durante 9 minutos y medio, mientras el hombre negro de 46 años estaba esposado, boca abajo sobre la calle y suplicando que lo dejaran respirar.
Kueng se arrodilló sobre la espalda de Floyd, Thomas Lane sujetó sus piernas y Tou Thao mantuvo alejados a los transeúntes.
La fiscal Manda Sertich interrogó a Kueng sobre su formación, incluso sobre un curso de atención a emergencias médicas que recibió, en el que se indicaba que alguien puede no estar respirando adecuadamente aunque esté hablando, y enumeraba los aspectos que debía comprobar.