El excardenal Theodore McCarrick, despojado del estado sacerdotal cuando una investigación del Vaticano confirmó que había abusado sexualmente tanto de adultos como menores, ha sido acusado del asalto sexual a un adolescente durante una fiesta de bodas en los años 70, de acuerdo con documentos judiciales.
Los documentos obtenidos por el periódico Boston Globe revelan que McCarrick está acusado de asalto indecente con lesiones a una persona de 14 años.
McCarrick es el primer cardenal estadounidense acusado de un crimen sexual contra un menor, según Mitchell Garabedian, un conocido abogado de víctimas de abusos sexuales de eclesiásticos que representa al hombre que alega haber sufrido abusos a manos del exprelado.
“Se necesita una gran valentía por parte de una víctima de abuso sexual para denunciar que ha sufrido un abuso sexual y proceder a través del proceso penal”, dijo Garabedian en un correo electrónico. “Que se presenten los hechos, se aplique la ley y se pronuncie un veredicto justo”.
Barry Coburn, abogado de McCarrick, dijo a The Associated Press que “ansiamos responder en el caso en la sala del tribunal” y se negó a abundar en declaraciones.
Según un documento judicial, el hombre dijo a los investigadores que McCarrick, un amigo de su familia, empezó a abusar de él cuando era niño.
LO MANOSEA
El hombre dice que McCarrick lo manoseó en 1974, cuando tenía 16 años, al caminar por el campus de la Universidad Wellesley, donde se celebrada la boda de su hermano. Alega también que McCarrick lo llevó a una sala y lo manoseó para luego decirle, “reza tres padrenuestros y un avemaría, o tal vez un padrenuestro y tres avemarías, para que Dios pueda absolverte de tus pecados”, según los documentos.
En 2019, el papa Francisco despojó del estado sacerdotal a McCarrick, de 91 años, cuando una investigación del Vaticano confirmó rumores que circulaban desde hace décadas de que era un depredador sexual.
El caso le generó una crisis de credibilidad a la Iglesia, ya que desde 1999 el Vaticano tenía informes de cardenales influyentes sobre la conducta problemática de McCarrick, quien sin embargo fue cardenal, elector y emisario de la “diplomacia blanda” de la Santa Sede.