“Unas carreritas” es una frase que implica competencia y camaradería entre niños y adolescentes que quieren ser los primeros en llegar a un determinado destino, es decir, correr para ganar. Pero en estos días de contingencia sanitaria no han podido hacerlo como quisieran.
La carrera es un ejercicio que incide en el desarrollo psicomotor de los infantes porque les ayuda en la coordinación y hasta en la postura, y si bien no hacerlo limita el movimiento de ciertos grupos musculares y la quema de grasa, que en estos días los niños pudieron haber acumulado de más, no hay mayor problema, afirma el especialista en medicina del deporte, Jaime García.
Para el también coordinador de la especialidad en medicina de la actividad física y el deporte de la Escuela Superior de Medicina de lPN, la carrera puede suplirse estos días con otros ejercicios que ayudarán a la salud y a desarrollar otras capacidades.
“La actividad física es una herramienta primordial para mantener o alcanzar la salud y en los niños no exime estos beneficios, aquí es muy importante la consideración si (la carrera) será adecuada o bien prescrita para niños y adolescentes.
“Por qué, por las capacidades propias del desarrollo que tiene esta población. Los niños son predominantemente aeróbicos, es decir que están hechos, por decirlo de alguna manera para poder subir, bajar y hacer mucho ejercicio, pero es muy importante considerar la carga”, precisa el especialista.
García advierte que todo niño y adolescente podría correr en esta temporada si tiene los espacios para ello en casa o cercano a ésta, siempre y cuando atienda las recomendaciones sanitarias, pero, en caso contrario podrá suplirla con otras actividades físicas.
“Cuando está bien prescrito el ejercicio aeróbico, en este caso la carrera, se cumplen varios objetivos, uno el lúdico, que quizá es de los más importantes; segundo, tener una mejor capacidad física aeróbica; tres, poder tener salud, y cuatro, en esta contingencia y la situación actual, como una terapia ocupacional.
“Hay que tomar en cuenta en esta época el buscar un lugar adecuado, no hacerlo en parejas o grupos, usar cubrebocas de los diseñados para hacer ejercicio. Si no es posible, pero se tienen espacios cortos se pueden realizar ejercicios con cuerda, ligas que no son de alta resistencia, con pelotas o con su propio peso para ejercicios de coordinación que hacen mucha falta a esa edad. A los niños les fascina esto y lo pueden hacer en un espacio de dos por dos metros”, apunta el también docente.