Afrontan problemas que deben resolver

Camargo, Tam.

Si bien es cierto que manejar una trilladora, no tiene mucha ciencia, es decir, que con unas horas de práctica, cualquier persona con experiencia en conducir un automóvil, puede también hacerlo con esas gigantescas máquinas, pero lo que sí es verdaderamente complicado, es resolver con atingencia un desperfecto o compostura de esa mole, que durante la recolección de granos, ocurren a menudo.

Como sucede tradicionalmente en ésta época del año, numerosas máquinas trilladoras, están operando actualmente en la comarca ribereña, cosechando sorgo y maíz, que es la etapa más esperada por todo agricultor, desde que sembró sus parcelas con mucho esfuerzo y esperanza de obtener una excelente producción.

Los operadores de las máquinas trilladoras, son los responsables de efectuar no sólo la tarea final del año, sino la más importante, porque la cosecha de granos, es el premio al esfuerzo de toda una temporada, y  de sus resultados depende obtener los recursos para cumplir con el pago de sus créditos, y los gastos personales y familiares que tendrán durante  los siguientes meses.

Pero antes de que puedan concluir con su trascendental labor, los responsables de manejar las trilladoras, comúnmente se enfrentan a muchas vicisitudes, durante el mes y medio que aproximadamente dura la temporada de cosechas en la región.

Con más de 20 años de experiencia, Luciano Hernández Peña, sabe muy bien, que para tratar de aprovechar el mayor tiempo posible, y terminar de cosechar, antes de que puedan presentarse lluvias que generen el retraso de esa actividad, es fundamental estar preparados para atender cualquier emergencia.

“La experiencia nos ha enseñado que debemos prepararnos, ya sabemos que en cualquier momento, la máquina tendrá algún desperfecto, por eso tratando de tener la mano, las partes más usuales, las que comúnmente se dañan, como son bandas, ligas, poleas, cadenas, pernos, entre otras”.

Hernández Peñas, expresó que lo difícil de tener a cargo la responsabilidad de manejar una trilladora, no es el hecho de conducirla, eso cualquiera lo puede hacer con unas horas de práctica, lo complicado, es saber cómo resolver y de inmediato, las descomposturas que siempre ocurren, y con cierta frecuencia, varias veces al día.

El entrevistado, explicó que en la mayoría de los casos, los conductores de las máquinas recolectoras, no son simples operadores, pues en la mayoría de los casos, además de muchos años de experiencia, recibieron cursos sobre el mantenimiento y cuidado de las trilladoras.

En caso particular, dijo que su patrón, hace algunos años, le pagó un curso, que desde Estados Unidos, vino a darle un experto, en maquinaria “John Deere”, que son las marcas que utiliza el agricultor para el que labora.

CAPACITADOS. Luciano Hernández Peña dijo que las trilladoras no ganan cuando están descompuestas.