A uno del centenar
México, D.F.
Más de 40 años tuvieron que pasar para que Nacho Trelles, leyenda del futbol mexicano, regresara a Chapultepec, ese sitio en el que creció y en el que se encontró con viejos amigos como el “Sargento” y nuevos habitantes en la forma de rascacielos.
El legendario entrenador cumple hoy 99 años y al igual que el ahuehuete más longevo del Bosque, plantado por Nezahualcóyotl a petición del emperador Moctezuma en 1460, Don Nacho expresa su gusto por seguir viviendo.
“El ‘Sargento’ se murió antes que yo, caray, sin embargo está retoñando, se niega a morir”, habla con una voz ya melancólica, de un largo camino que inició desde su partida en tren de Guadalajara para quedarse para siempre junto a los Viejos del Agua, los ahuehuetes de la Ciudad de México.
Al descender del auto que lo llevó de vuelta a Chapultepec, Don Nacho coloca sus manos con fuerza sobre el tubular de la andadera con la que se ayuda para caminar, levanta la vista y pregunta, “¿qué es eso?”... Son los nuevos árboles de concreto del cielo de México, la Torre Mayor y Torre Bancomer, que nunca había visto.
Tantos años después, a unas horas de cumplir 99, su nueva visita al bosque de sus amores había concluido.
Más contento no podría celebrar sus 99 primaveras, Don Nacho Trelles volvió a hacer suyo el Bosque de Chapultepec, lo abrazó con la mirada, le sonrió, vio la transformación de una ciudad que él recordaba desde el Cerro del Chapulín con puros árboles, y a pregunta expresa, Don Nacho, ¿qué es lo más importante que ha hecho en 99 años? Remata con su estilo, que permanece intacto: “Vivir, no queda de otra”...