Tiene 104 años, se conserva muy bien
Un ejemplo de vida, vive en la Casa del Adulto Mayor
Díaz Ordaz,Tam.- A sus 104 años, y con algunas enfermedades que no impiden que pueda caminar en su andador por los pasillos de la Casa del Adulto Mayor, doña María Villegas Ramos, es un ejemplo de vida.
Oriunda del Estado de Zacatecas, pero viviendo casi toda su vida en este municipio que antes era San Miguel de Camargo, doña María, vive en la Casa del Adulto Mayor, desde hace unos 9 años, en donde encontró el cariño y los cuidados que necesita, luego de que vivía sola, después de que enviudó y quedarse sin familiares que se pudieran hacer cargo de ella.
Emilio García Cortez, responsable de la Casa del Adulto Mayor, comentó que doña María, siempre había tenido un bueno estado de salud, actualmente tiene neumonía, pero ya está siendo tratada y pese a su edad, va evolucionando favorablemente.
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Aún cuando tiene dificultades para escuchar, cuando se le habla fuerte entiende y responde normalmente, y gusta de contar sus anécdotas de viejas vivencias, recordando mucho a su fallecido esposo.
Por mucho, es la más longeva de los 6 “abuelitos” que viven en la Casa del Adulto Mayor, que es apoyada por organismos sociales y personas altruistas.
Con su inseparable perrito de peluche “Hoskey”, que lleva en sus manos mientras avanza con el andador por los pasillos, doña Mary, lo pone a su lado, cuando la llaman a comer.
“Le ayudamos a comer, y tratamos de acompañarla cuando está despierta, porque le gusta mucho platicar”, comentó el responsable del lugar, Emilio García.
Nacida en agosto de 1912, en Zacateca, la ancianita vivió casi siempre en el ejido “5 de Febrero”, de éste municipio, en donde junto con su fallecido esposo tenían un pequeño estanquillo.
Narra que durante su larga vida, en una ocasión se fueron para los Estados Unidos, y vivieron en ciudadanos del Valle de Texas, pero al poco tiempo decidieron regresar a su país.
Doña María, siempre ha sido una mujer saludable tomando en cuenta su edad, hace poco le dio neumonía, pero va saliendo con los cuidados médicos y del personal de la Casa del Adulto Mayor, en donde frecuentemente recibe la visita de personal altruistas y representantes del organismos sociales, quienes conviven con ella y los demás abuelitos.
INSEPARABLES. Siempre acompañada de su mascota favorita, doña María, se sienta a la mesa para consumir sus alimentos.