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Inmigración: Una cuestión humanitaria

Recientes cambios en la póliza y debate sobre la mejor manera de que los Estados Unidos se acerque a la cuestión inmigratoria han sido limitados en alcance y naturaleza técnica. Ellos revelan la dificultad para abarcar una cuestión tan amplia y compleja como la inmigración, pero también nuestra falla como país al no pensar mas allá de la inmigración como un medio de debate político, hacia lo que realmente es: una cuestión humanitaria. Debemos pensar seriamente sobre qué pólizas han sido cumplidas recientemente, así como el grado en el que los debates actuales y las pólizas reflejan la complejidad y peso de una cuestión que incluye millones de vidas; las olas creadas por las pólizas que se adopten en nuestro país, estados y municipios resonaran en nuestras ciudades, escuelas y hogares. 

En agosto del 2011, la administración de Obama anunció una nueva póliza de deportación. La póliza se basó en un memo sobre discreción persecutoria del 17 de junio publicado por el Director de (ICE) Agencia de Inmigración y Aduana, John Morton. Morton presentó factores para considerar en la clasificación de casos que están pendientes en cortes inmigratorias como de poca o mucha importancia. La clasificación permitiría que ICE dirija sus limitados recursos de casos de baja prioridad que involucren veteranos, mujeres embarazadas y ancianos entre otros, a casos de alta prioridad involucrando a individuos que constituyan un riesgo para la seguridad nacional, o criminales peligrosos. La discreción persecutoria se ejerce a discreción basada en las siguientes bases, oficiales de ICE pueden cerrar administrativamente casos de “baja prioridad.” Pero, para individuos cuyos casos son cerrados, pueden estar en el limbo por años, en espera de que su caso sea re-abierto o en la espera de un permiso para trabajar que nunca llegará. La póliza representa un paso en la dirección correcta, pero es un llamado alejado de una reforma migratoria integral. Mientras la póliza aplica solamente a aquellos enfrentando deportación, impactará a un subconjunto limitado de no más de once millones de individuos actualmente en Estados Unidos sin documentos. Provee pocas garantías, incluso a aquellos individuos considerados “baja prioridad,” y sus implicaciones en el campo se mantienen por ser vistas. 

El gobierno ha fallado en desarrollar una reforma profunda la cual ha evadido este país por mucho tiempo. Lo que el gobierno federal, estatal y local han podido lograr, es la creación de una subclase americana. 

La ley federal DREAM ACT hubiera creado un camino a la ciudadanía para inmigrantes sin documentación que vinieron a los Estados Unidos de niños, hubieran cumplido ciertos requisitos, y tuvieran dos años de universidad o servicio militar. Aunque el artículo fue aprobado en la Casa de Representantes, fracaso en el Senado. A través del fracaso del DREAM ACT, y la introducción de leyes inmigrantes restringentes en todos lados desde Arizona hasta Alabama, el gobierno federal y estatal han creado una población sombra de individuos con miedo a mandar a sus hijos a la escuela, defender sus derechos laborales, buscar ayuda en casos de violencia domestica, y el no poder obtener la carrera de sus sueños. La inacción y activismo del gobierno han producido el mismo resultado: el relegar a millones de miembros de nuestras comunidades, muchos que han vivido y trabajado en los Estados Unidos por décadas, a una clase despojada de poder. Mientras vemos la elección presidencial del 2012, debemos demandar a nuestros candidatos una reforma inmigratoria que empiece a dirigirse a esta subclase. 

Las peticiones de los candidatos de una cerca doble, un muro fronterizo electrificado y un incremento en la altura de la cerca, son soluciones crueles a una situación compleja, tienen una relación tenue con la seguridad fronteriza y sobre todo, son inhumanas. 

Una reforma migratoria debe ser comprensiva; debe concentrarse en la presencia de inmigrantes en los Estados Unidos y en la raíz de las causas de la inmigración a este país. Debe abarcar a todos esos que están viviendo aquí sin documentos, no solamente a la pequeña fracción de esta población. Sobre todo, debe de ser construida y llevada a cavo con gran apreciación de las millones de vidas humanas, —padres, niños, vecinos, estudiantes, trabajadores - que están en juego.

…Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Msgr. Juan Nicolau, Ph.D. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Licenciado en Teología Sagrada. Es terapeuta familiar y consejero profesional.    


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