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La captura del indio José Julián Canales

El 28 de mayo de 1812, los soldados realistas capturaron 57 indios: nueve guerreros y 48 mujeres con niños. Entre los cautivos estaba el jefe José Julián Canales.

Cronista Municipal de Reynosa

ESCENARIO. Arroyo Los Olmos en el Condado Starr, Texas, en el que los realistas encontraron huellas de los insurgentes.La captura del indio José Julián Canales

Este breviario registró entre el 1 de mayo y 1 de junio del 1812, el viaje de 12 días, ida y vuelta, de las tropas realistas que partieron desde el pueblo de Camargo para capturar a los indios rebeldes. 

El Teniente Coronel José Ramón Díaz de Bustamante, de la Tercera Compañía de Laredo, tenía a su mando un ejército de 207 hombres, formado esencialmente por 50 soldados veteranos de Laredo, quienes eran acompañados por 50 tropas auxiliares, bajo el mando del Capitán Luciano García de Bexar (San Antonio, Texas).  Estos últimos fueron asignados por Simón Herrera, Comandante de la frontera de la Luisiana.

En el momento que ocurrió el levantamiento en Camargo la Tercera Compañía de Laredo tenía la asignación de cuidar la frontera de Texas; el resto de las tropas que participaron en la persecución de Canales provenían de las comunidades de río abajo: 36 vecinos y milicianos acompañados por tres indios auxiliares de El Refugio (Matamoros, Tamaulipas), bajo las ordenes de José Garcés Solís y 16 vecinos y milicianos con 57 auxiliares, de la jurisdicción de Reynosa que quedaron bajo las órdenes del Teniente Vicente Hinojosa.

Tropas auxiliares de indígenas tenían una larga tradición en la lucha contra grupos étnicos enemigos.  

Los auxiliares fueron utilizados desde el siglo XVI como exploradores y línea de avanzada de las milicias;  además, de pelear por sí solos, en algunas ocasiones contra los enemigos de la Corona Española. 

Las villas a lo largo del río Bravo, durante la segunda parte del siglo XVIII, dependieron de los grupos nativos para combatir la depredación causada por los grupos norteños lipán apache y comanches. 

Durante la guerra de la Independencia todo cambió; las tropas auxiliares de indígenas fueron presionadas para combatir con grupos vecinos con los que habían mantenido relaciones de paz, luchando a pesar de los intereses de su propio pueblo.

Díaz de Bustamante comenzó el 21 de mayo la persecución final del jefe Canales y su etnia de los carrizos, desplazándose corriente abajo por el  río Bravo desde Camargo,  con un ejército de 100 hombres (plazas); asentando su campamento en el lugar conocido como El Desierto, en las inmediaciones de la misión de San Joaquín del Monte, aproximadamente 3 kilómetros río arriba de la antigua Reynosa. 

En la madrugada Díaz Bustamante recibió correspondencia del Gobernador de Nuevo Santander sobre las posiciones militares. Muy temprano en la mañana, marcharon hacia esa villa, donde recibieron noticias desde Mier del Teniente, don Silverio García, advirtiendo que Julianillo (Canales) y Joaquinillo con sus indios se localizaban río arriba,  en el rancho Comitas. 

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TEMOR A ATAQUE

Se creía que el grupo de rebeldes estaba a punto de atacar la villa de Mier. El Coronel Díaz de Bustamante ordenó de inmediato al Capitán Luciano García que llegara al amanecer a ese pueblo en compañía de sus 39 hombres; al mismo tiempo, ordenó al Capitán José Garcés Solís y al Teniente Vicente Hinojosa en la nueva Reynosa (Cd. Reynosa), que movieran  sus tropas río arriba, los cuales se le unieron al atardecer. Esa noche en la vieja Reynosa, en una ceremonia  los indios auxiliares tomaron juramento de fidelidad a su rey. 

El 24 de mayo, desde la antigua Reynosa, más de 150 hombres marcharon al amanecer río arriba; cruzaron el río Bravo en el rancho Cuevitas, donde establecieron un campamento, en las inmediaciones del actual cruce del chalán entre Díaz Ordaz, Tamaulipas y Los Ébanos, Texas. Al día siguiente, en el mismo lugar, Díaz de Bustamante esperaba noticias de indios espías enviados previamente río arriba.

Los auxiliares  capturaron a un insurgente llamado Julián Álvarez, quien lleva una carta sediciosa de los indios de Refugio a Canales. El capitán Marcelino, de los indios auxiliares de Reynosa (comecrudos), informó de la captura de Álvarez en el rancho del Salado, probablemente en lo que es el actual arroyo Salado, al este de La Grulla, en Texas. 

La carta fue quemada por el Capitán José Antonio Cavazos, jefe indio auxiliar de El Refugio.  Álvarez logró escapar, pero fue capturado más tarde por soldados de Díaz de Bustamante y enviado prisionero a Camargo.

El 26 de mayo, después de tomar una siesta en Las Anacuas, en las inmediaciones del cruce del río, las tropas continuaron su trayecto al rancho Los Olmos, donde instalaron  su campamento. 

(Este sitio se encuentra realmente en el lado izquierdo del arroyo Los Olmos, al oriente de la actual ciudad de Río Grande, Texas). 

En la mañana siguiente, a las ocho en punto, llegaron al pozo de agua de Carnestolendas (sitio en el que se asentó posteriormente esa ciudad); desde ahí, Díaz de Bustamante envió en busca de un guía al rancho El Sabino y notificó al Capitán Luciano García, en Mier, que se moviera hacia el norte para que hiciera el intento de unirse a su contingente.

El 28 de mayo el ejército de Díaz de Bustamante se movió rápidamente  hacia el norte, a lo largo del arroyo Los Olmos, pasando por los ranchos Blanco y Franquilita, deteniéndose en un lugar llamado Las Víboras (Charco Blanco se encuentra a siete millas al norte de la ciudad de Rio Grande y Las Víboras, a unos 38 kilómetros al norte de esa ciudad, por la carretera 649, en el condado de Starr).

Desde mediodía se encontraron las primeras huellas de los indígenas. Al día siguiente, muy temprano, Luciano García y sus hombres se unieron al contingente realista  y continuaron desplazándose hacia el norte, llegando a los ranchos La Sandía y Tecomate (en la actualidad aún existe un afluente con este primer nombre, que descarga sus aguas en el Arroyo Los Olmos).

Al mediodía de ese día observaron humo procedente del Charco de las Cuevitas (estanque que se encuentra en el suroeste del Condado de Jim Hogg, en una depresión que se extiende del noreste a suroeste en el moderno rancho Cuevitas y forma parte del derramadero del arroyo  Los Olmos, hoy conocido como Charco Largo).

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Las tropas se acercaron en silencio al rancho, encontrándose con dos mujeres y un hombre que se dirigían corriendo al campamento indígena (ranchería). Inmediatamente los soldados dispararon sus armas e indujeron a los indios con sus caballos hacia el monte. Durante la escaramuza 12 indios murieron, incluyendo siete guerreros, cuatro mujeres y un niño; un número indeterminado de indios también fue herido. Los soldados logran capturar 57 indios: nueve guerreros y 48 mujeres con niños. Entre los cautivos estaba el jefe José Julián Canales. Las tropas realistas resultaron con tres hombres heridos y dos caballos muertos.

Después de esta operación militar, el contingente inició el viaje de regreso a Camargo  alrededor de las tres de la tarde, deteniéndose a las 11 de la noche; ahí una mujer india falleció de sus heridas;  al día siguiente llegaron al rancho Buenavista (Roma, Texas), donde los soldados y los prisioneros descansaron después de un largo viaje. 

El 31 mayo,  establecieron un campamento en Carnestolendas (Rio Grande City).  El 1 de junio de 1812 Díaz de Bustamante cruzó el río Bravo, entrando a Camargo con sus tropas y prisioneros alas once de la mañana.

TRASLADAN PRISIONEROS

Canales y otros guerreros fueron llevados prisioneros por el camino de Linares, para ser presentados ante el comandante realista Joaquín de Arredondo, en Aguayo (Ciudad Victoria).  

Sin embargo, hasta ahora se han encontrado sólo datos aislados en relación con el final de los 57 prisioneros y de su líder carrizo José Julián Canales, desconociéndose si este fue fusilado o encarcelado. 

La Junta Gobernadora del Nuevo Reino de León lo requería también en Monterrey con el fin de aclarar las acusaciones contra el Padre Cantú y otros miembros de la misma.  Sobre las mujeres indígenas se conoce que fueron llevadas a Monterrey, donde fueron repartidas como sirvientas, siendo parte del botín de guerra.   

Al año siguiente, varios insurgentes capturados durante los eventos relacionados con la Batalla en El Moquete, cerca de Matamoros, fueron ejecutados o enviados a prisión. 

Algunos de los seguidores de Canales se mencionan en diferentes enfrentamientos contra los realistas, al sur, cerca de San Carlos en Tamaulipas  y al norte, en el sitio de La Bahía, en Texas. 

Las persecuciones de los realistas no exterminaron a todos los miembros de la etnia de los carrizo. Varios documentos mencionan que después de la Independencia de México  éstos vivieron en el lado norte del río Bravo.  Jean Louis Berlandier señaló en 1829 que habitaban en el lado norte del río; en ese momento, él recogió 104 palabras del idioma Cotoname, que era la lengua de esta etnia.  Otros grupos también llamados genéricamente como carrizos hablaban la lengua comecrudo en otras partes del río.

En un artículo periodístico sobre Camargo, el novelista Manuel Payno menciona que los carrizos vivían del otro lado del río, frente a Camargo. En ese momento su población se había  reducido de 50 a sólo nueve familias. En 1852, éstos habitaban a lo largo de arroyo Los Olmos, cuando fueron reclutados por el filibustero José María de Jesús Carvajal, participando en diferentes campañas militares en Matamoros y Camargo.

El movimiento indígena insurgente en el río Bravo duraría hasta el verano de 1813, pero eso es otra historia.



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