De adicto a ADICTO: GASOLINAZO
Emociones desbordadas
Tal parece como si México hubiera jugado a las escondidas y ahí, en el rincón de una casa abandonada, atrás del árbol más grande o arriba de él, sirviendo como escenario la luna llena, todas las emociones estuvieran cuidándose de no ser delatadas por el poseedor del bote pateado, la mentira, por abajo del agua, la ira claramente vista en el jardín de los recuerdos, la violencia trepada arriba de un poste muy próxima al suelo, la especulación junto con el rumor, en la azotea del café cibernético, mientras que la honestidad, la prudencia, el sano juicio, brillaron por su ausencia, sobresalía en este encuentro emocional, la soberbia que se visualizaba de adentro y de afuera, la comprensión, no hizo caso y se fue muy lejos, junto con la tolerancia y la prudencia.
Muy bien escondida, estaba la verdad, claro, la hipocresía hizo de las suyas, como el que tira la piedra y esconde la mano, sin olvidar la vanidad expresándose a los cuatro vientos, como si fuera toda una experta en conflictos sociales, economía y política internacional, el amor, como genuino patrimonio a muchas emociones les valió un comino, nada importaba más que realzar al ego, quien brotaba en un escondite negro y profundo, para después hacer de las suyas, solo pensar en él. Claro, en esta rebatinga, nadie quiso que se buscara a la culpa, debido a que es muy fácil echársela al de enfrente y lavarse las manos; esa noche, como muchas otras más, las emociones, negativas y positivas encontraron sus escondites, un grupo de ellas se acomodaron para no ser vistas, debajo de un remolque abandonado, de esos que deja la gente en plena calle de una manera irresponsable, ahí se refugiaron, la alegría, la actitud positiva, el respeto, la empatía, el civismo, la euforia y la esperanza, a pesar de ser fin de año, le dieron pase directo a las emociones negativas y fueron, las que reinaron en este juego emocional del bote pateado…
Las redes sociales, el quinto poder
Las emociones, negras y blancas, tiñen ahora los espacios en el Facebook, las llamadas redes sociales se han convertido en un verdadero medio de expresión, todo el mundo tiene derecho a difundir lo que se le venga en gana, con razón o sin ella, en materia política; nos hemos convertido en expertos, ya ahora con el gasolinazo, las emociones no se han dejado esperar. Hay infinidad de opiniones en contra del Presidente Peña Nieto, lo ubican, como el único Presidente de México repudiado, con una pésima imagen y le han dado vuelo a todo tipo de memes desprestigiando su figura y la de su familia, sin duda, claramente se manifiestan las emociones negativas como la ira, el sarcasmo, la burla, el dolor, sin olvidar el odio y tal vez la venganza; se le culpa de la carestía, del vacío de poder, del saqueo desmedido de los exgobernadores, expresidentes municipales, exlegisladores, se le aborrece a Peña, por el derroche económico en gastos de gasolina para todo el aparato gubernamental, incluyendo los poderes egislativos y judicial, es Peña Nieto un Presidente no querido ni respetado, pero es tema constantemente para comentarios, memes y análisis.
La creatividad al instante
Es increíble el talento y la imaginación de miles de mexicanos, que ante los sucesos se dan a la tarea de producir memes musicales, de caricaturas, vaya, hasta de doblaje, cambian el audio y dejan la misma imagen, lejos de ser graciosos, expresan emociones, como el repudio, el resentimiento, la ira desbordada y el sarcasmo. Es Peña Nieto, un buen argumentó, pero emocionalmente hablando, la gente se desahoga, hace catarsis y suelta toda la energía negativa, se cura diciéndole a Peña Nieto, a cualquier político, hasta de lo que se va a morir y hacer esto, es practicar un deporte nacional donde hay un mundo de aficionados y activos. El placer, que es una emoción, tiene un sello de distinción cuando ponen como lazo de cochino al Señor Presidente, en esta situación, desde Gustavo Díaz Ordaz a la fecha, no recuerdo tanto abucheo contra el patrón de Los Pinos en turno. Echeverría en su época acumulaba un buen número de chistes, pero cuando llegó Fox, como si hubiera dicho, “quítate que ahí te voy”, pero definitivamente nada que ver con el actual mandatario. Este poder de las redes sociales, se ejerce libremente y queda en claro, una espléndida expresión emocional, una libertad, que en muchos casos, se convierte en libertinaje.
Un mal manejo de información y comunicación
El rumor, que también es un vehículo de comunicación, muy efectivo, nutrido por la especulación, surgió a finales del año, junto con él las emociones comenzaron a liderar el contra ataque, motivando un paro en la compra de gasolina los primeros días del año, los mensajes iban y venían de un lado otro, el tema se saturó, a Peña se le satanizó. En ese trayecto, comenzaron las ideas de bloquear casetas, oficinas de gobierno y todo lo que fuera necesario, situación que ocurrió tal cual, pero a algunos manifestantes se les pasó la mano.
Primeramente, provocaron la ira de muchos cuando se les ocurrió bloquear casetas y puentes y no dejar pasar a nadie, parecía, y de hecho así fue, como si la manifestación en contra del gasolinazo, fuera en contra de nosotros mismos, esta violencia extrema, soberbia de grupos, lesionó severamente en tiempo y dinero a mexicanos en tránsito, empresas, a choferes, enfermos que no pudieron trasladarse a sus destinos. Económicamente localidades de toda la República, sufrieron del desabasto. Comprendo que todos tenemos derecho a manifestarnos, pero, ¿por qué provocar frustración, dolor y otras emociones a gente ajena, que ni vela tenía en el entierro? Queda a la vista de todos, la ineptitud de las corporaciones policiacas de las entidades que fueron saqueadas en centros comerciales; no es posible que en lapsos de una hora, un contingente se apoderada de una tienda Elektra y la policía ni sus luces, y cuando llegaban, ya no había nada, y ellos mismos, los policías, se contagiaron de la euforia y de la adrenalina que genera el robar y hacerle daño a otro, es decir, emociones desbordadas.
No tenemos educación emocional
A causa del tremendo gasolinazo que generó incremento en todo, el desabasto de gasolina se dio en toda la República, la escasez generó una cascada de emociones en la mayoría de las gasolineras abiertas.
Primero, la inquietud al hacer fila, nutrida de intranquilidad y malestar, ira, en algunos prepotencia, porque burlaban las filas y de abusones se estacionaban hasta los primeros lugares; otros llenos de pánico, una de las más crueles de las emociones; otros, resentidos con el gobierno, en especial con Peña Nieto.- El que espera desespera.- La agresión, la ira y soberbia, en muchos casos fue descargada contra los despachadores de gasolina, quienes en el diario vivir, aprenden tanto de las emociones de los racistas prepotentes que bien podrían escribir un libro al respecto, fueron días de malestar, de contagio, porque muchos transmitimos nuestros males emocionales a la gente que nos rodea y todo por la gasolina: “¡Por tu culpa se me calentó el carro!”, “¡por tu culpa me ponché!”, “¡por tu culpa, me infraccionaron¡”…
Y hablando de infracciones, agentes de vialidad, por lo menos en la ciudad de Chihuahua, donde vivo, se dieron el lujo de infraccionar a guiadores que hacían una larga fila de más de dos horas por el simple hecho de obstruir un carril. Las emociones durante el impactante gasolinazo hablaron por todas partes.