Aprende a la difícil
Norma Torres Mendoza Edad: 25 años
Originaria de Querétaro Se mudó a EU en 2000
Se acaba de graduar de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard
Para una latina indocumentada en Estados Unidos no existe una receta al éxito, advierte Norma Torres.
Desde pequeña, la mexicana de 25 años, se dio cuenta que si quería triunfar debía esforzarse dos o tres veces más que el estadounidense blanco.
Norma emigró con su mamá a Houston, Texas, cuando tenía 9 años.
"Nos fuimos en un tráiler de 18 ruedas", recuerda.
"Mi mamá limpiaba casas en México, a veces dos casas o tres casas al día, y no la veía. Pero ella siempre tuvo el sueño de que yo fuera la primera de la familia en ir a la universidad. La primera en romper el ciclo de pobreza".
Norma es originaria de Querétaro, tiene 15 tíos y alrededor de 50 primos. Cuando llegó con su mamá a Estados Unidos no conocían a nadie y no sabían inglés, mas que la frase: "I don't know".
La mexicana se esperaba llegar al país que veía en las películas, donde la gente pasa tiempo con amigos en restaurantes de pizzas o hamburguesas. Sin embargo, no tardó mucho en enfrentar la realidad.
"Las cosas no son de color rosa aquí. Ser un inmigrante, especialmente un inmigrante indocumentado, tiene sus propios problemas y hay mucha discriminación", lamenta.
"Mi primer año de escuela aquí no pasé los exámenes finales y me mandaron a escuela de verano, donde tuve una maestra que no me quiso enseñar al saber y darse cuenta de que yo era indocumentada".
También empezó a notar que las minorías no tienen las mismas oportunidades pues, asevera, a la gente rica y a los blancos les asignan los mejores maestros y pueden asistir a clases avanzadas.
Dicha situación llevó a Norma a no querer contar su historia o su origen, atemorizada de que si las autoridades la encontraban podían separarla de su mamá.
Sin embargo, al mismo tiempo, fue esa mala experiencia y luego más tarde el comentario de una persona que le dijo que no podría entrar a Harvard lo que la motivaron a llegar lejos.
"Creo que porque me dijeron que no podía tenía que probar que sí y lo tenía que hacer", sostiene.
Norma se quedaba después de clase para tomar asesoría con sus maestros y le pedía a sus compañeros libros que ella no podía costear.
La mexicana cuenta que debido a que su mamá limpiaba casas en un área de gente rica en Houston le tocó asistir a una de las mejores escuelas públicas del Estado.
Más tarde hizo la licenciatura en Ciencia Política y Estudios Hispanos en Rice University, y en su tercer año de carrera entró a un programa de la Universidad de Princeton que prepara a minorías para ingresar a escuelas como Harvard.
"Manejé tres días para llegar a Princeton y luego manejé a Harvard donde conocí a una mujer que trabaja ahí y le comenté de mi situación, que no tenía dinero, y le enseñé mis calificaciones y ella me dijo que aplicara", relata.
Así, Norma hizo la Maestría en Políticas Públicas en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de Harvard.
"Escogí ese programa porque mientras crecía vi que este país sí es el país de las oportunidades, pero las oportunidades no son para todos ni iguales", apunta.
Ahora, trabaja en una organización llamada IDEA Public Schools que prepara a los jóvenes migrantes, específicamente mexicanos, para que puedan ir a la universidad.
"Yo los apoyo para encontrar becas o financiamiento, porque otro de los grandes obstáculos que tienes por ser inmigrante indocumentado es que no hay ayuda del Gobierno para ir a la universidad", señala Norma, quien cursó sus estudios superiores gracias a una donación y a la beca completa que le dio Harvard.
(Agencia Reforma)
"Mi vida aquí ha sido definida por el servicio a nuestra comunidad aquí latina y mexicana, para que sus vidas sean mejores y tengan esa oportunidad que tanto anhelaron cuando emigraron y dejaron todo lo que conocen y aman".
"He experimentado mucho éxito, pero ha sido mucho éxito con miedo e inseguridad".
